Seúl, 6 sep (EFE).- El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y el primer ministro nipón, Fumio Kishida, acordaron hoy viernes, a pocas semanas de que el mandatario japonés abandone su cargo, mantener la “dinámica positiva” que ha caracterizado las relaciones de sus países desde que ambos están el poder.
“Es importante mantener la dinámica positiva en materia de relaciones que el primer ministro Kishida y yo hemos construido para avanzar en la cooperación bilateral, así como la cooperación entre la República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur), Estados Unidos y Japón”, dijo Yoon al inicio de la cumbre que ambos celebraron hoy en Seúl.
Tanto Yoon, que recordó que en 2025 se cumplen 60 años de la normalización de relaciones entre los dos vecinos, como Kishida reafirmaron también el compromiso de reforzar la coordinación ante Corea del Norte, especialmente en un momento en que Pionyang ha decidido fortalecer la cooperación militar con Moscú.
En el verano de 2023, los dos jefes de Gobierno y el presidente estadounidense, Joe Biden, escenificaron a su vez en Camp David el refuerzo de la cooperación trilateral en materia de seguridad con el objetivo de vigilar y disuadir al régimen norcoreano.
Ambos mandatarios firmaron además hoy un acuerdo de simplificación de trámites de inmigración a nivel bilateral para fortalecer el turismo cruzado y un memorando de entendimiento (MOU) para la evacuación conjunta de nacionales en zonas de conflicto.
Los dos países vecinos ya hicieron varios operativos de este tipo el año pasado, como por ejemplo en Sudán, donde muchos japoneses y surcoreanos fueron evacuados cuando estalló el conflicto civil en abril en el país africano en autobuses fletados por Seúl.
Del mismo modo, aviones japoneses y surcoreanos evacuaron a nacionales de ambos países tras los atentados de Hamás en Israel el pasado octubre.
Este último encuentro entre los dos jefes de Gobierno llega antes de que Kishida abandone el cargo en las próximas semanas, y ha sido el décimo segundo que han mantenido desde 2022, reflejando el compromiso de ambos para mejorar unas relaciones que se resintieron bajo el expresidente surcoreano Moon Jae-in por las diferencias a la hora de valorar los crímenes de Japón durante su colonización de la península (1910-45).
En ese sentido, Kishida reiteró que el Gobierno japonés defiende la validez de la declaración bilateral de 1998, en la que el Gobierno nipón expresó su arrepentimiento y disculpas por los daños infligidos durante la colonización, y volvió a insistir, como ya hizo en anteriores encuentros con Yoon, en que “siente un gran pesar en el corazón” por los coreanos que sufrieron durante ese periodo.
Distintos grupos de activistas de izquierdas, incluyendo a representantes del principal sindicato surcoreano, se manifestaron hoy a su vez en varios puntos de Seúl para protestar por la visita de Kishida y reclamar que no haya acuerdos militares con el país vecino, además de advertir sobre la firma de otros tratados que puedan resultar “insultantes” para su país. EFE
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