Luego de varios días de combate contra los múltiples incendios forestales que se desataron en Córdoba, las autoridades confirmaron que el foco de La Calera que amenazó a los vecinos del barrio La Cuesta fue contenido, pero que todavía queda trabajo por hacer en la localidad de Ambul. Tras varios meses de sequía, los expertos advirtieron ante la posibilidad de que se desarrolle una crisis hídrica en la zona.
A lo largo del viernes, el punto más preocupante se ubicó en La Calera, en donde el fuego alcanzó un perímetro de 20 kilómetros y puso en riesgo a unas 500 viviendas de la zona aproximadamente. “Pasamos una jornada muy complicada, con llamas muy altas, mucha temperatura y mucho viento”, describió el vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, Roberto Schreiner. Con la caída de la noche, el sector afectado se redujo a 400 metros.
“Están trabajando los bomberos y se van a quedar trabajando toda la noche, hay bomberos de 19 años que trabajaron 20 horas”, aseguró el funcionario público al remarcar que “el riesgo fue extremo”, por lo que se realizará una guardia de cenizas en caso de que las llamas volvieran a prenderse.
Durante una breve entrevista para el noticiero de El Doce, Schreiner confirmó que el único foco activo sería el Ambul, en donde trabajaron más de 150 bomberos y aviones pertenecientes al Plan Federal que pertenecían a Protección Civil. “Allí hubo problemas con tres viviendas que hubo que evacuarlas, pero las evacuó Protección Civil de la provincia, así que están contenidos”, señaló.
Por otro lado, en Villa del Dique también se contuvo el reinicio del fuego.
“Le estamos ganando al fuego. Por lo menos hasta ahora, se ha detenido el viento, así que vamos a poder pasar esta noche allí en las Sierras Grandes del lado de Traslasierra”, planteó el vocero. Asimismo, recordaron la importancia de denunciar al 911 si llegara a detectar una columna de humo o el inicio de un incendio, con el fin de evitar que el foco tome mayores dimensiones.
A pesar de que el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronosticó que el clima será más favorable para el combate del fuego durante el fin de semana, ya que el riesgo de incendios disminuirá del nivel rojo (extremo) al naranja (muy alto), desde el Gobierno de Córdoba señalaron que la presencia de los vientos moderados y la sequía que comenzó a desarrollarse en los últimos meses por la ausencia de lluvias podrían ser factores que complicarían el panorama.
En este sentido, indicaron que las zonas más afectadas podrían ser las serranas y sus alrededores. “Se recomienda a la población tomar precauciones y evitar actividades que puedan generar chispas o fuego”, apuntaron las autoridades que, en los días previos, declararon el estado de desastre en El Durazno, ubicado en Valle de Calamuchita, producto de las más de 12 mil hectáreas consumidas.
El descenso de precipitaciones en la provincia no solamente afectaría al suelo, ya que pronosticaron una crisis hídrica si la situación persiste. “Estamos en una situación crítica, el dique de la provincia de Córdoba está por debajo de la media”, alertó el investigador del CONICET Marcelo García al señalar que esto impactaría en la cantidad de agua potable disponible para el consumo humano.
“Se esperan lluvias por debajo de lo normal los próximos meses. Incluso, hasta llegar al mes de febrero”, anticipó para luego asegurar que el año afectaría a los registros históricos de la provincia, ya que los niveles están por debajo del promedio desde que inició el año. “La disponibilidad de agua está comprometida y tenemos que trabajar mucho en el cuidado del recurso”, apuntó al agregar que también sería otro factor que complejizará los apagones de incendios.
A mediados de julio, hubo un cambio de fase al producirse el cambio de la estación El Niño a La Niña, el fenómeno climático que marca el comienzo de temporadas más calurosas, altera las temperaturas y las precipitaciones, y es capaz de intensificar otro tipo de fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
De acuerdo a la información publicada por Cba24, en Córdoba el espectro climático ha marcado etapas de sequías en la Pampa Húmeda a lo largo de la historia. Por este motivo, adelantaron que podría producirse una primavera-verano con menos lluvias de lo habitual y varias olas de calor.
