El funeral de la activista estadounidense de ascendencia turca Aysenur Ezgi Eygi ha comenzado este lunes en la ciudad de Nablús, en el norte de Cisjordania, cerca del lugar donde murió tras recibir un disparo en la cabeza a manos de las fuerzas de seguridad israelíes durante una protesta contra la expansión de los asentamientos en los Territorios Palestinos Ocupados.
Miles de personas se han reunido en la zona para despedirse de la activista, que tenía 26 años y contaba con la doble nacionalidad, en una ceremonia que ha empezado sobre las 14.00 (hora local) después de que su cuerpo fuera trasladado desde el hospital Rafidia.
Este mismo lunes, las autoridades turcas han informado de que han puesto en marcha medidas para repatriar sus restos de forma directa después de que las autoridades de Israel “hayan cerrado los pasos terrestres entre Palestina y Jordania”, tal y como ha apuntado el portavoz del Ministro de Exteriores de Turquía, Oncu Keçeli.
“A petición de su familia estamos trabajando en la posibilidad de traer el cuerpo directamente en avión para evitar más retrasos”, ha indicado Keçeli en un mensaje difundido a través de su cuenta en la red social X.
Así, ha explicado que el Consulado turco en Jerusalén está en contacto con las autoridades locales para completar el proceso lo antes posible, mientras que el Consulado turco en la ciudad estadounidense de Los Ángeles ya ha puesto en marcha las medidas pertinentes para coordinar el traslado de sus familiares de Turquía.
Ankara condenó contundentemente lo sucedido y ha mostrado su indignación desde que salió a la luz el fallecimiento de la activista, que cooperaba con la campaña Fazaa, destinada a apoyar y proteger a los agricultores palestinos de las violaciones cometidas por colonos y militares israelíes.
Además, colaboraba con el Movimiento de Solidaridad Internacional, la misma organización de la activista Rachel Corrie, que también murió a manos de las fuerzas israelíes cuando trataba de impedir la demolición de una casa en Gaza en 2003.
