En su columna de opinión publicada este viernes, el periodista Carlos Loret de Mola sostiene que la presidenta electa Claudia Sheinbaum está enviando señales contradictorias respecto a su futura autonomía política. Loret de Mola argumenta que Andrés Manuel López Obrador ejerce un férreo control sobre ella y que esto pone en duda su capacidad para gobernar con independencia. “López Obrador ha dedicado los cuatro meses posteriores a la elección a restregarle su poder a Claudia Sheinbaum, a recordarle ‘quién manda aquí’,” afirma.
Carlos Loret de Mola recuerda una frase de Fidel Herrera: “No se preocupen, en las leyes secundarias le damos la vuelta a la Constitución”, para destacar lo que considera una estrategia similar por parte de Sheinbaum. Según Loret de Mola, Sheinbaum ha asegurado a empresarios en reuniones privadas que “van a moderar la iniciativa del presidente” con respecto a la reforma del Poder Judicial, en un intento de tranquilizar a los mercados. Este mensaje estaría destinado a enviar una señal de estabilidad frente a la incertidumbre económica.
Desde la victoria electoral, Sheinbaum ha tratado de mantener la calma en los mercados, que experimentaron una subida del dólar de dieciséis a veinte pesos. Loret de Mola sostiene que esta táctica de apaciguamiento revela las limitaciones de Sheinbaum bajo el actual mandato de López Obrador. “Hasta ahora gobierna Andrés Manuel López Obrador y ella no tiene margen de maniobra, pero eso va a cambiar a partir del 1 de octubre,” dice Loret de Mola al resumir la postura pública de Sheinbaum.
Loret de Mola observa que, pese a sus intentos de proyectar una imagen de independencia, Sheinbaum se ha adherido estrictamente a las directrices de López Obrador. Cuando ha mostrado señales mínimas de autonomía, como en el primer debate o al intentar “enfriar la reforma judicial”, López Obrador intervenido. “Él se cruza, la regaña, sofoca ese mínimo impulso… y ella acepta,” señala Loret. Esta dependencia plantea la duda sobre si López Obrador permitirá que Sheinbaum se desvíe del guion presidencial una vez que asuma el cargo el 1 de octubre.
Carlos Loret de Mola, un periodista con una destacada carrera y amplia presencia en medios, enfatiza que López Obrador mantiene el control sobre los instrumentos de poder pertinentes a la gestión de Sheinbaum. “Los gobernadores son de él, las bancadas en el Congreso son de él, el noventa por ciento del gabinete de ella en realidad es de él,” afirma Loret de Mola en su columna, subrayando que incluso el partido queda bajo el control del sucesor de López Obrador.
Detallando el comportamiento reciente de López Obrador, Loret de Mola comenta cómo el presidente saliente ha llevado a Sheinbaum de gira por todas las regiones del país. Con esto, según Loret, “López Obrador ha llevado a su sucesora a cada uno de los estados del país para dejarle muy clarito a quién responden los gobernadores y quién es el dueño de la plaza.” Esta estrategia estaría diseñada para recordar tanto a Sheinbaum como a los actores políticos locales el poder centralizado en la figura de López Obrador.
El periodista también menciona el impacto que podría tener esto en la relación de Sheinbaum con los empresarios y el Ejército. En un acto simbólico, López Obrador la llevó al ceremonial de la lealtad con el Ejército y la Marina, lo cual refuerza la idea de continuidad y obediencia dentro de la estructura de poder. “La ha sentado con los empresarios estratégicos para que no quede duda”, añade Loret.
Loret de Mola subraya cómo estas acciones de López Obrador son para consolidar su legado y asegurar que las políticas continúen siguiendo su línea, independientemente de quién asuma oficialmente la presidencia. Esta dinámica complica la posibilidad de que Sheinbaum manifieste autonomía real y se separe de las políticas preestablecidas por su predecesor.
En este contexto, el periodista sugiere que, aunque Sheinbaum quisiera moderar ciertas políticas para ganar aceptación entre distintos sectores, los mecanismos de control implementados por López Obrador limitan severamente su capacidad de maniobra. Todo esto refuerza la percepción de que el verdadero poder seguirá residiendo en López Obrador, incluso después de su salida oficial de la presidencia, especialmente considerando que “la popularidad es de él y sobre todo, el partido es de él”.
Carlos Loret de Mola, a través de su columna, ofrece una mirada crítica y escéptica sobre el futuro político de Sheinbaum, planteando interrogantes sobre su capacidad para gobernar de manera independiente en un ambiente tan controlado por López Obrador.
