El exjefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINI), José Fernández Latorre, dispuso un pago mensual de 50 mil soles para el conductor de televisión Andrés Hurtado, actualmente implicado en una trama de tráfico de influencias y soborno, para que lo ayudara “a limpiar su imagen”, según uno de sus exasesores, Henry Shimabukuro.
En una entrevista difundida este miércoles en Beto A Saber, el empresario aseguró que Hurtado presentó a “personas muy poderosas del Poder Judicial y la Fiscalía” al exjefe de la DINI, uno de los más allegados al expresidente Pedro Castillo (2021-2022), quien se encuentra recluido por cargos de rebelión y corrupción.
“Le pregunté al señor José Luis Fernández y me dijo que lo estaba apoyando a limpiar su imagen en su canal de TV y que le habían asignado un presupuesto (…) durante tres o cuatro meses. Creo que (el monto destinado) puede ir entre 50 mil soles mensuales”, dijo.
Según el relato, Hurtado no solo invitaba frecuentemente a Fernández a su programa —actualmente suspendido—, sino que también lo llevaba “a un departamento en Miraflores”, adonde asistía su círculo íntimo. “Solo ellos lo saben, ya usted sabe en qué andaba el señor Andrés Hurtado”, señaló.
De acuerdo con Beto A Saber, a la figura televisiva se le habría asignado un nombre en clave, ‘Chivito’, para destinarle ese monto en la planilla. “No sé a qué se debía su presencia (en la DINI). Yo asistía siempre y el personal me decía que lo había visto. Después, de su propia boca, el señor Fernández la Torre me dijo que sí había tenido reuniones con él y que le había asignado un presupuesto”, agregó Shimabukuro en un diálogo posterior con RPP.
En días previos, Hurtado admitió que su relación con Fernández Latorre se remonta a los días en que este se desempeñaba como comisario en Chota, la ciudad natal del exmandatario. “Un buen día, como yo hago temas sociales, le dije: ‘Tengo un sueño, que haya hospitales en todo el Perú”, dijo. También reconoció que le pidió interceder ante Castillo para concretar un evento donde se prometió un millonario presupuesto estatal para niños con enfermedades neoplásicas, que resultó una farsa.
Según Shimabukuro, el conductor tenía un interés particular en sostener encuentros adicionales con el expresidente, pero él le advirtió sobre los riesgos legales. “(Le dije que) estaba involucrado en delitos de corrupción y más. Lo puse en auto al presidente y en dos o tres oportunidades le negó reuniones privadas. La única vez que fue a Palacio fue cuando armaron este escenario con el mismo señor Fernández para los niños con cáncer. Esa fue (una ceremonia) pública”, aseguró.
“Yo tengo información que jamás había sido amigo del presidente Castillo. Quien lo lleva a la DINI es el señor (Vladimir) Cerrón, (prófugo líder de Perú Libre), con Richard Rojas (trabajador del despacho del segundo vicepresidente del Congreso, Waldemar Cerrón)”, añadió.
En noviembre de 2022, Fernández Latorre y Shimabukuro fueron detenidos al ser acusados de integrar una presunta organización criminal encabezada por el expresidente. La acusación sostiene que esta organización dirigida por Castillo manipuló una licitación de 74 millones de dólares a favor de Heaven Petroleum Operators (HPO) para el suministro de biodiésel.
La Fiscalía también acusó a ambos de coordinar con el ex subsecretario general de Palacio, Beder Camacho, para desaparecer evidencias que involucrarían al exmandatario; además de facilitar dinero a Bruno Pacheco, exsecretario general del despacho presidencial, para que no colaborara con la justicia.
Doble pesquisa
A la fecha, Hurtado es investigado simultáneamente por dos despachos del Ministerio Público en un caso declarado “complejo”. La médica Ana Siucho, hermana de un confesor sincero, lo acusó de solicitar un millón de dólares para gestionar la devolución de oro incautado y presuntos favores a futbolistas.
Y recientemente Cuarto Poder reveló que el conductor es el representante jurídico de ‘Vaticano’, uno de los narcotraficantes más poderosos del país. Aunque no ha comentado al respecto, días atrás responsabilizó a Ortiz de un “complot” en su contra por destapar el caso.