El cerebro humano es uno de los órganos que más interés y curiosidad despierta. Su tamaño es tema de investigaciones, debates y perspectivas a lo largo de la historia. De acuerdo a los científicos, aumentó de tamaño durante millones de años para luego reducirse en los últimos 100.000 años.
La reducción del tamaño del cerebro humano podría estar relacionada con numerosos factores, entre los que se encuentran el surgimiento de las sociedades complejas, los factores climáticos y avances tecnológicos. Un nuevo estudio, liderado por el paleoantropólogo Ian Tattersall del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, reveló que el tamaño del cerebro humano disminuyó en promedio un 12,7% en comparación con el de los neandertales.
Este hallazgo contrasta con la tendencia histórica de expansión cerebral que caracterizó a varias especies de homínidos a lo largo de millones de años. Pero hay más detalles.
Los hallazgos del último estudio sobre el tamaño del cerebro humano
Un nuevo estudio encabezado por Tattersall, paleoantropólogo y curador emérito del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York, reveló importantes detalles sobre la evolución de los volúmenes craneales humanos a lo largo de diferentes épocas.
Según los resultados del estudio, la expansión cerebral ocurrió de manera rápida e independiente en diversas especies humanas y en distintos momentos alrededor del mundo. Este fenómeno se observó en especies como Australopithecus afarensis, Homo erectus, Homo heidelbergensis y Homo neanderthalensis.
De acuerdo con la investigación de Tattersall, “los primeros tenían cerebros extremadamente grandes”. Este hallazgo no es aislado y encuentra apoyo en estudios anteriores. Por ejemplo, el científico alemán Gerhardt Von Bonin había señalado una disminución del tamaño del cerebro humano en los últimos veinte mil años, al indicar que “hay una indicación definitiva de una disminución, al menos en Europa en los últimos milenios”.
La razón detrás de esta disminución en el tamaño cerebral se atribuye a un cambio en la forma de pensar, impulsado por la invención del lenguaje, lo cual llevó a una reorganización en las vías neuronales del cerebro de una manera metabólicamente más eficiente.
“El agente que impulsó este cambio en la forma de pensar fue la invención espontánea del lenguaje”, afirmó Tattersall. Esta reorganización permitió una optimización en el uso de la energía cerebral, que se reflejó en una reducción en el tamaño del cráneo de los humanos modernos.
Según el estudio, la expansión cerebral no sucedió de una manera lineal ni homogénea en todas las especies humanas. Además, se observó un incremento del tamaño del cerebro en lugares y momentos distintos. Es que en los últimos 100.000 años, el tamaño del cerebro humano se redujo en aproximadamente un 13%, según recientes investigaciones. Este fenómeno generó diversas teorías entre los científicos, quienes buscan entender las causas detrás de este cambio evolutivo.
La hipótesis principales atribuye la reducción del cerebro a la transición de los humanos de ser cazadores-recolectores a construir sociedades complejas. Se cree que el desarrollo de la agricultura y los asentamientos permanentes pudo haber influido en este proceso.
Además, la organización social más compleja y la especialización en tareas habrían reducido la necesidad de cerebros más grandes para la supervivencia individual, dando paso a una evolución hacia cerebros más eficientes.
Cómo evolucionó el tamaño del cerebro humano a lo largo de la historia
A lo largo de la historia, el tamaño del cerebro humano experimentó una evolución significativa. Hace seis millones de años, compartíamos un ancestro con los chimpancés, y desde entonces, el cerebro humano se cuadruplicó. Sin embargo, en los últimos 100.000 años, ocurrió una reducción de aproximadamente un 13%.
Los científicos proponen distintas teorías para explicar esta disminución. Algunos apuntan a la mejora en la organización neuronal, lo que haría innecesario un cerebro grande, mientras que otros sugieren que el cambio climático podría haber influido, ya que órganos más pequeños disipan mejor el calor.
Otra teoría indica que el surgimiento de civilizaciones y la división del trabajo también jugaron un papel, reduciendo la necesidad de que cada individuo cargara con un cerebro más grande para sobrevivir, lo que marcó el inicio de esta adaptación.
Una de las perspectivas es la de Jeff Morgan Stibel del Museo de Historia Natural de California, que propone que el cambio climático es una explicación plausible. Encontró que la reducción del tamaño cerebral en los últimos 17.000 años se correlaciona con periodos de calentamiento climático, lo que sugiere una adaptación evolutiva para disipar mejor el calor en ambientes más cálidos.
El antropólogo Jeremy DeSilva, de Dartmouth College, ofrece una visión diferente al señalar que el desarrollo de sociedades complejas disminuyó la necesidad de que cada individuo tuviera un cerebro grande. A medida que las tareas y el conocimiento se fueron distribuyendo entre los miembros de estas sociedades, la presión evolutiva para que cada persona mantuviera un cerebro de gran tamaño se redujo.
El efecto de los factores socioeconómicos y de salud también fueron analizados. Eva Jablonka, de la Universidad de Tel Aviv, y Marta Lahr, de la Universidad de Cambridge, proponen que la pobreza y la desnutrición podrían haber influido considerablemente en la disminución del tamaño cerebral. Según ellas, la dependencia de la agricultura habría limitado el desarrollo cerebral debido a la falta de nutrientes esenciales.
Por último, Stibel afirma que, aunque el cerebro humano se haya reducido en tamaño, la creación de herramientas y tecnologías en los últimos 10.000 años ha permitido conservar nuestra inteligencia colectiva. A través del uso de computadoras y máquinas, los humanos han encontrado formas de almacenar información y realizar cálculos complejos, compensando así esta disminución.
El debate sobre la razón precisa por la cual el cerebro ha reducido su tamaño sigue abierto. Sin embargo, la comprensión de este fenómeno podría ofrecer nuevas perspectivas sobre cómo los humanos evolucionaron para hacer frente a desafíos ambientales y sociales. Este cambio destaca la relación compleja entre el entorno, la organización social y la biología humana a lo largo del tiempo.
La reducción del tamaño del cerebro humano generó diversas teorías sobre su significado. Algunos científicos sugieren que un cerebro más pequeño, pero mejor organizado, permite un procesamiento neuronal más eficiente, optimizando recursos energéticos. Otros, creen que disipan mejor el calor o que el desarrollo de sociedades más complejas, eficientes y especializadas podría haber reducido la necesidad de un cerebro más grande, siendo que la evolución cultural y tecnológica podría haber compensado la disminución del tamaño cerebral, permitiendo a los humanos modernos mantener su capacidad de innovación y adaptación.