La ciudad de Bucaramanga está lista para modernizar su sistema de cámaras y así contribuir a la seguridad de la capital de Santander y su área metropolitana. De hecho, desde el 23 de septiembre el estadio de la ciudad ya cuenta con el primer sistema de cámaras con reconocimiento facial interconectada con la Policía Metropolitana y la Alcaldía para rastrear a quienes cuentan con antecedentes judiciales y órdenes de captura vigentes.
En esta prueba piloto, cinco personas con deudas pendientes con la justicia fueron identificadas dentro del estadio. Uno de ellos portaba un brazalete de detención domiciliaria y cuatro más tenían órdenes de captura, todos fueron detenidos, informó Beltrán. Además, en el estadio Américo Montanini, se identificaron a 14 personas más con anotaciones judiciales.
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Sin embargo, este es apenas el inicio del cambio en el modelo de seguridad que implementará el alcalde Jaime Andrés Beltrán para la ciudad, aunque aún faltan ajustes que ya están en conocimiento del Ministerio del Interior. Incluso, muchos delincuentes cometen delitos en Bucaramanga y huyen a municipios cercanos como Floridablanca o Girón, dificultando su seguimiento.
Para abordar esta situación, el alcalde informó que se ha presentado un proyecto al ministro Juan Fernando Cristo por cerca de 52.000 millones de pesos para crear un Centro Integrado de Monitoreo que enlace todas las cámaras de seguridad del área metropolitana. Hasta la fecha, se han recuperado más de 600 de las 900 cámaras de seguridad existentes en Bucaramanga.
De hecho, se espera que a principios de 2025 se instalen en Bucaramanga unas 32 cámaras con inteligencia artificial, capaces de reconocer rostros y placas, y conectadas a bases de datos de la Registraduría, Fiscalía y Policía para identificar a personas con antecedentes. Las primeras áreas en ser priorizadas para la instalación de estas cámaras serán el Centro, Cabecera, los alrededores de plazas de mercado y otros puntos de alta concurrencia.
“Hay recursos de la Alcaldía, de la Gobernación. Lo que ya llevamos adelantada es la recuperación de las cámaras de seguridad que se encontraban dañadas”, comentó el Bukele colombiano, Jaime Andrés Beltrán.
El alcalde explicó que las cámaras estarán conectadas a un gran centro de monitoreo que será construido, donde la Policía vigilará los movimientos detectados por la inteligencia artificial. Cuando se genere una alerta, esta será reportada a un grupo especializado móvil de la Policía o a los cuadrantes para que capturen a la persona identificada. La tercera fase del proyecto incluirá la integración de frentes de seguridad, Policía Comunitaria y estrategias de cultura ciudadana.
Beltrán también hizo un llamado a la justicia para que las estrategias de combate al delito sean acompañadas de penas efectivas para los delincuentes. Señaló que los esfuerzos para capturar a los delincuentes son en vano si estos son liberados rápidamente, como ocurrió con Alias ‘Pichi’, quien fue dejado en libertad y ha causado problemas de seguridad y microtráfico en la ciudad.
“De nada valen los esfuerzos que hacemos para capturar a los delincuentes si en 15 días están nuevamente en las calles. Lo que estamos viviendo con Alias ‘Pichi’, que fue dejado en libertad, y quien ha generado tanto daño en temas de seguridad y microtráfico es absurdo”, expresó el alcalde.
Alias Pichi, el nuevo gestor de paz que el alcalde de Bucaramanga criticó
Óscar Camargo, conocido como alias Pichi, fue liberado tras ser designado como gestor de paz por el Gobierno nacional, lo que generó una fuerte controversia debido a su historial delictivo, que incluye múltiples homicidios relacionados con el tráfico de estupefacientes en Bucaramanga.
Pichi fue liberado hace tres meses, después de haber estado recluido en una cárcel en Valledupar y, aunque al principio las autoridades de Santander desconocían las razones de su liberación, el abogado y defensor de los derechos humanos William Cristancho explicó que la liberación se debió a su nombramiento como gestor de paz, una figura que ha usado el presidente y su gabinete para desarticular el conflicto interno entre bandas y organizaciones criminales, y someterse a la justicia colombiana.
Sin embargo, su nombramiento como gestor de paz no está exento de limitaciones, como la prohibición para ingresar a Santander, el territorio donde delinquió. “El beneficio se le dio porque trata de desarticular el conflicto interno entre esas bandas y organizaciones criminales, y someterse a la justicia colombiana. Él tiene que articular con sus bandas para que dejen de delinquir y someterse a la justicia, es traer la paz al territorio, la obligación de él es responder por su gente”, afirmó Cristancho.
La liberación de Pichi ha sido criticada debido al aumento de homicidios en Bucaramanga, que según el alcalde Jaime Andrés Beltrán, se deben a las disputas entre bandas criminales. “Lo de los llamados “gestores de paz” se está saliendo de control. Los peores y más peligrosos criminales están quedando libres sin pagar tanto daño hecho a la sociedad. Esto no es solo premiar a la delincuencia sino también es una burla a sus víctimas y a todo el país”, señaló el Bukele colombiano.
Pero el Gobierno nacional ha defendido la decisión, argumentando que la figura del gestor de paz es indispensable para la desarticulación de las bandas criminales y la pacificación de los territorios afectados por la violencia.