El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos ha confirmado la muerte de Hasán Yafar Qasir, yerno del recién fallecido secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, en el ataque perpetrado durante la tarde del miércoles contra Damasco, la capital de Siria, donde murieron otras tres personas.
Junto a él han muerto dos libaneses (una mujer y un miembro de Hezbolá) y otra persona sin identificar, mientras que otras tres han resultado heridas tras el ataque contra el primer piso de un edificio de tres plantas en el distrito de Mezzé y que era frecuentado por miembros de Hezbolá y de la Guardia Revolucionaria iraní.
A principios de semana, Israel mató al hermano de Qasir, responsable de transportar armas desde Siria hacia Líbano, y lanzó otro ataque a unos 500 metros del lugar atacado. De hecho, el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric, ha informado de que este ataque se produjo a la misma distancia de numerosas oficinas de la ONU.
Dujarric también ha informado que durante la jornada de este miércoles han caído dos cohetes a 120 metros de sus oficinas en Damasco y de bombardeos en las regiones de Dará y Sweida, ambas en el sur, que dieron lugar a la interrupción de algunas actividades humanitarias.
Las autoridades de Israel reconocen generalmente haber perpetrado ataques en Siria argumentando que actúan para evitar el establecimiento de bases iraníes y el envío de armas al partido-milicia chií libanés Hezbolá por parte de Teherán, que apoya al presidente sirio, Bashar al Assad, en el marco de la guerra que estalló en 2011 tras la violenta represión de las manifestaciones prodemocráticas en el marco de la ‘Primavera Árabe’.
