En 1959, el escritor y cineasta Kenneth Anger publicó Hollywood Babilonia, un libro en el que relataba la “historia oculta” del séptimo arte: orgías, crímenes y desmanes de las grandes estrellas de cine y los productores de los estudios en los primeros años de la Fábrica de Sueños. “Por ejemplo, la turbia muerte del drogadicto Wallace Reid, la ninfomanía de Clara Bow, la bisexualidad de la Dietrich, el asesinato del amante de Lana Turner cometido por la hija de ésta, las extrañas orgías de Von Stroheim, las locuras amorosas de Valentino…”, dice la obra. Después se ha demostrado que mucho de lo que Anger contó tiene más de leyenda que de realidad, pero la idea de un Hollywood consumido por el desenfreno y los secretos calaría para siempre.
De hecho, igual que en cualquier sector, es cierto que la industria cinematográfica ha tenido a menudo enfrentamientos con la justicia, y en las últimas décadas varios actores y actrices han enfrentado problemas legales que los llevaron a la cárcel. Estos son algunos de los casos más destacados.
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Robert Downey Jr.
“Me gustaría dar las gracias a mi terrible infancia y a la Academia, en ese orden. (…) También a mi abogado durante 40 años, la mitad de los cuales se pasó tratando de asegurarme y sacarme de la cárcel. Gracias, hermano”. Este fue parte del discurso que dio Robert Downey Jr. en marzo al recoger el Oscar al Mejor Actor de Reparto por su papel en Oppenheimer. Era la culminación de una larga -y muy conocida- historia de resurrección personal y profesional.
En los años 90, cuando empezó su carrera e incluso estuvo nominado al Oscar por Chaplin, el actor tuvo multitud de problemas legales relacionados con el consumo de drogas. En 1996, fue arrestado por posesión de heroína, cocaína y un arma de fuego no registrada. Fue condenado a tres años de libertad condicional y a someterse a pruebas regulares de drogas. Sin embargo, en 1999, tras violar repetidamente su libertad condicional, fue sentenciado a tres años en una prisión estatal. Pasó aproximadamente un año tras las rejas. En ese tiempo, trabajó en la cocina, compartió celda con unos tipos llamados Sugar Bear y Big Al y cantó en el coro.
Desde entonces, todo le ha ido a mejor: con su papel de Iron Man en las películas de Marvel, encabezó varios años la lista de los actores mejores pagados del mundo, y al éxito en taquilla le acaba de sumar el prestigio del Oscar.
Wesley Snipes
El actor Wesley Snipes, conocido por su papel en la trilogía Blade y en películas de acción como Demolition Man y Los blancos no la saben meter, enfrentó problemas legales debido a la evasión de impuestos. En 2008, fue condenado a tres años de prisión por no presentar declaraciones federales de 1999 a 2001.
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Snipes comenzó a cumplir su condena en 2010 y fue liberado en 2013, tras cumplir la mayor parte de su sentencia en una prisión federal. “Lo más importante que aprendí fue el valor del tiempo y cómo a menudo lo desperdiciamos… Ahora lo entiendo muy claramente, después de haber estado alejado de mi familia y seres queridos durante dos años y medio,” dijo el actor en una entrevista con The Guardian en 2020. “He ganado mucho. Ahora entiendo mucho más. Y si dos años y medio de mi vida se han ido en meditación y aislamiento, de los 100 que planeo vivir, me parece un buen trato”.
Lindsay Lohan
Lindsay Lohan fue considerada como una de las principales jóvenes promesas de Hollywood. Empezó muy joven, con apenas 12 años, gracias a Tú a Londres y yo a California. Siguieron varios éxitos más y otra carrera en el mundo de la música, pero la fama prematura y la presión también hicieron que cayera en varias adicciones y en problemas con la justicia, que eran seguidos constantemente por los medios, lo que no hacía sino aumentar todavía más esa presión.
Su historial incluye arrestos por conducir bajo la influencia del alcohol, posesión de drogas y violaciones de libertad condicional. En 2010, fue sentenciada a 90 días de cárcel por violar los términos de su libertad condicional relacionados con uno de sus arrestos en 2007, tras haber sido atrapada con una pequeña cantidad de cocaína y dar positivo al volante. Debido al hacinamiento en las cárceles, Lohan solo cumplió 14 días de su sentencia.
“Cometí un error. Fui a un club, bebí y conduje a casa. No es lo correcto, pero poner a alguien en esa situación (en prisión)… fue muy aterrador. Pero finalmente tuve silencio en mi vida. A pesar de lo asustada que estaba, finalmente sentí que no tenía que responder ante nadie ni hacer nada por nadie”, comentó más tarde.
Mark Wahlberg
Mark Wahlberg es hoy un católico devoto, un hombre que anuncia aplicaciones para meditar y rezar, que hace películas sobre curas inspiradores, que no bebe ni fuma y que aprovecha cualquier ocasión para hablar de su fe.
Pero antes incluso de arrancar su carrera en el cine, tuvo un pasado turbulento. En 1988, a los 16 años, Wahlberg fue arrestado por agredir a dos hombres vietnamitas en un ataque racista y condenado a dos años en prisión por intento de asesinato. De ese tiempo, cumplió 45 días. No fue su único incidente de este tipo, pero, décadas después, Wahlberg buscó a su víctima para pedirle perdón, y esta comentó: “Todo el mundo merece otra oportunidad”.
Tim Allen
Tim Allen, conocido por la serie de televisión Un chapuzas en casa y la franquicia Toy Story -pone la voz a Buzz Lightyear-, también tiene un pasado criminal. En 1978, fue arrestado por tráfico de drogas, al ser pillado con más de 650 gramos de cocaína. Para evitar una larga sentencia de prisión, cooperó con las autoridades y proporcionó los nombres de otros traficantes. Como resultado, pasó dos años y cuatro meses entre rejas.
Paradójicamente, ese fue el inicio de su carrera como cómico. Como contó a la revista Esquire: “Me metieron en una celda de detención con otros 20 tipos -teníamos que hacer nuestras necesidades en el mismo retrete en el medio de la habitación- y me dije a mí mismo: ‘No puedo hacer esto durante siete años y medio. Quiero matarme’”. Para sobrevivir, recurrió al humor, y descubrió que era capaz de hacer reír a algunos de los prisioneros más duros e incluso a los guardias. Poco después de salir de la cárcel, empezó a hacer monólogos… hasta que acabó teniendo fama mundial.
Danny Trejo
Danny Trejo, conocido por sus roles en películas de acción como Machete, tuvo una vida turbulenta antes de convertirse en actor. En la década de 1960, fue un delincuente adolescente: pasó más de una década entrando y saliendo de prisión por varios delitos, incluyendo robo a mano armada y posesión de drogas. Su último período en prisión fue en 1969, en la famosa penitenciaría de San Quintín. “Hay dos tipos de personas en la cárcel: los depredadores y las presas. Tienes que decidir cuál de los dos vas a ser cada mañana. Puede que decidas ser el depredador, pero alguien ha decidido que vas a ser la presa. Es, probablemente, el sitio más tenso en el que puedes estar”, ha contado recientemente.
Más tarde, Trejo se rehabilitó, se convirtió en un consejero para ex adictos y arrancó su carrera como actor. Hoy es además dueño de varios negocios, como un sello musical y varias franquicias de comida (Trejo’s Tacos, con sedes en diferentes ciudades de California, y Trejo’s Coffee & Donuts).