Los colegios electorales de Túnez han abierto sus puertas a las 09.00 de este domingo para la celebración de unas elecciones presidenciales donde el mandatario Kais Saied, acusado por sus críticos hacer de su mandato un ejemplo de autoritarismo, parte como gran favorito para mantenerse en el cargo.
Las urnas permanecerán abiertas hasta las 19.00 (hora de la España peninsular y Baleares). Durante las próximas diez horas, los 9,7 millones de electores registrados tendrán la oportunidad de elegir a su presidente para los próximos cinco años, en 9.669 colegios electorales repartidos por todo el país.
Saied, quien en los comicios de 2019 se impuso en la segunda vuelta con el 72,7 por ciento de los votos –frente al 27,3 recabado por el magnate Nabil Karui, quien permaneció encarcelado la mayor parte de la campaña electoral–, ha encabezado desde 2021 una campaña de creciente represión que ha limitado el espacio cívico, lo que pone en duda la representatividad de los comicios.
El presidente se enfrenta a dos candidatos de poco peso: Zuhair Magzhaui, líder del Movimiento del Pueblo (Echaab) –que encabeza desde 2013 a raíz del asesinato del entonces jefe del partido, Mohamed Brahmi, uno de los principales referentes de la izquierda tunecina–, y Ayachi Zamel, líder del partido liberal Azimun, encarcelado durante la campaña electoral.
El país, considerado como uno de los pocos ejemplos de éxito democrático tras el estallido de la ‘Primavera Árabe’, ha sufrido durante el último lustro un retroceso en derechos y libertades que ha sido achacado al presidente, lo que ha llevado a sus críticos a trazar paralelismos entre él y Zine el Abidine ben Alí, quien gobernó el país de 1987 a 2011, y cuyo largo mandato acabó precisamente con esta revolución.