Al menos ocho hombres y dos mujeres han sido ejecutados en las prisiones iraníes de Urmia, Selmas y Neishabor, según han denunciado organizaciones de derechos humanos.
Cinco de los hombres y una mujer fueron ajusticiados en la Prisión Central de Urmia, según recoge la emisora Radio Farda, financiada por Estados Unidos, según la Organización Iraní de Derechos Humanos.
Los fallecidos fueron condenados a la pena capital por delitos relacionados con las drogas. Se trata de Parvin Mousavi, de 53 años y originario Maraghé; Ramin Lundi, de 29 y originario de Urmia; Mansur Naseri, de 45 años y de Bukan; Yusuf Saeedi-Chehre, de 30 años y de Urmia, y de Parviz Mirqasemi, también de Urmia.
También han sido ejecutados un individuo originario de Tabriz y Fateme Abdulahi, condenada por asesinato intecionado. Abdulahi ha sido ejectuada en la prisión de Neishabur.
La Organización Iraní de Derechos Humanos ha denunciado que Irán es el país con más ejecuciones de mujeres de todo el mundo, con 22 condenas aplicadas solo en 2023. Este año ya son diez, con Abdulahi.
Por otra parte, la Agencia de Derechos Humanos Harana ha informado de la ejecución de tres presos por delitos de drogas en la Prisión de Selmas, en la provincia de Azerbaiyán Occidental. Se trata de Asghar Hayizadé, de Selmas, y dos reos de Mahabad y Jargush, también en Selmas.
Al menos 834 personas han sido ejecutadas en todo Irán desde el inicio de las protestas feministas y por la libertad política iniciadas tras la muerte en septiembre de 2022 de la kurdo-iraní Mahsa Amini después de ser detenida por la Policía de la Moral.