La polémica sacude de nuevo a Anabel Pantoja, que está teniendo un embarazo marcado por las ‘turbulencias’ y no está disfrutando como le hubiese gustado de este momento tan especial de su vida cuando quedan solo tres meses para convertirse en madre de su primera hija junto a David Rodríguez.
Hace unos días salía a la luz el encuentro que la influencer ha tenido con Mariló de la Rubia, con la que Isabel Pantoja rompió su íntima amistad recientemente de la peor manera posible y a la que tanto ella como Agustín Pantoja han hecho ‘la cruz y raya’. Relajadas y sonrientes, ambas compartieron una cena en Córdoba y para muchos se trata de una traición de la sobrina a su tía a pesar de que el novio de Anabel trabaja en la clínica que regenta la examiga de la cantante y tiene muy buena relación con ella.
A pesar de que el entorno de la viuda de Paquirri asegura que a Isabel no le ha sentado mal esta quedada entre la influencer y Mariló, también se dice que le ha sentado fatal que la joven, a la que quiere como una hija, no haya cortado radicalmente su relación con la cordobesa.
No es el único frente abierto para Anabel, ya que tras arremeter en las páginas de ‘Lecturas’ contra Luis Vicente Rico ‘Pinocho’ después de que el juez admitiese a trámite su demanda de paternidad para demostrar que es hijo de Bernardo Pantoja -le ha acusado de montar ‘un circo’ para ganar dinero, asegurando que está segura de que no son hermanos-, el sevillano le ha respondido.
Este miércoles Pinocho ofrece un exclusiva en la revista ‘Diez minutos’ en la que afirma que Anabel ha faltado el respeto a su propio padre con estas declaraciones porque la televisiva sabría que el propio Bernardo confesó en su día que era su hijo.
Palabras que no han sentado nada bien a la sobrina de Isabel Pantoja, que este miércoles ha reaparecido visiblemente enfadada antes de viajar a Murcia para estar al lado de su tía en el concierto que ofrecerá esta noche en San Pedro del Pinatar.
Anabel ha llegado a la estación de tren acompañada por otros miembros del staff de la tonadillera como el maquillador Alberto Dugarte o el peluquero José Antonio Abad, y una vez más ha mostrado su cara más arisca y tensa ante las cámaras caminando desafiante y sin poder ocultar su cabrero aunque guardando silencio sobre las declaraciones de ‘Pinocho’.
Asegurando que está “muy bien” y esquivando incluso a sus compañeros molesta para intentar huir de las preguntas, la influencer ha preferido no responder a su presunto hermano, sin revelar tampoco cómo está ante su reencuentro con su tía tras la cena con Mariló de la Rubia que podría causar una brecha entre tía y sobrina.