Momento agridulce para Anabel Pantoja, que en su cuarto mes de embarazo, y pletórica por haber cumplido por fin su sueño de convertirse en madre junto a David Rodríguez, está sufriendo un inesperado problema que le está haciendo cuesta arriba esta etapa tan especial de su vida.
Y es que a pesar de que ella misma ha asegurado que está teniendo un embarazo muy bueno, no ha sentido náuseas ni molestias, e incluso ha perdido algo de peso porque está cuidando como nunca la alimentación -algo a lo que ayuda que tenga antojo de melón, una fruta de lo más saludable que come a diario- la espera no está siendo todo lo dulce que ella imaginaba.
Fiel a su naturalidad, y al borde de las lágrimas, Anabel se ha sincerado con sus 1.8 m de seguidores en Instagram y ha confesado la causa por la que el embarazo -y eso que todavía no ha llegado al ecuador, ya que sale de cuentas el 20 de noviembre- se le está haciendo cuesta arriba: La falta de sueño.
“Este problema del tema de dormir hoy ha sido bastante jodido, por no deciros una de las peores noches” ha compartido en sus stories este jueves. Como ha relatado, es un tema que le comentó a su médico, que le dijo que era “algo normal” y que lógicamente no le podía dar “una pastilla para dormir”. “El caso es que me tomo melatonina natural y no sirve de nada” se ha lamentado.
“Duermo la primera hora y media… y a las 2 de la mañana estoy así (con los ojos como un búho). Barriga p’allá, barriga p’acá… ¿Pero qué barriga, si no tienes todavía el barrigón? Da igual, me molesta. Tengo que estar dando vueltas, el reflujo, el pipí… y ya me vuelvo loca y me pongo hasta a llorar. Quiero dormir, quiero dormir, quiero dormir” ha confesado con muy mala cara y conteniendo el llanto a duras penas.
Un problema el del insomnio que le afecta hasta el punto de que “me cambia todo”. “Estoy de mala leche, qué horror. No se si es os pasa pero por la noche no tengo sueño, y a partir de las 7 no me puedo levantar de la cama” ha explicado, sincerándose como nunca sobre la cara menos amable del embarazo que le ha conseguido amargar los últimos días.