Primero nos enterábamos de que Josep Maria Mainat regresaba este jueves a la Audiencia de Barcelona, donde se juzga a su exmujer Angela Dobrowolski por un delito de revelación de secretos y otro de intento de asesinato, para retirar la acusación por el primero de ellos, el más leve.
Después, Angela Dobrowolski, acusada de intentar matar a su marido el productor audiovisual Josep Maria Mainat, ha asegurado ante el tribunal que él sufrió una hipoglucemia severa mientras dormía y que lo socorrió lo mejor que pudo: “Hice todo lo que pude para salvarle la vida”.
La procesada ha reconocido en el juicio ante la Audiencia de Barcelona que tuvieron una fuerte discusión el 22 de junio de 2020, noche en que sucedieron los hechos, por los que se enfrenta a 13 años de prisión por intento de homicidio.
El motivo, según ella, fue que él le ocultó que había presentado los papeles del divorcio mientras acudían a terapia de pareja, pero la trifulca terminó con ambos hablando de darse una segunda oportunidad y de casarse otra vez: “Yo lo amaba”, ha añadido durante su declaración, que ha durado una hora y que Mainat ha presenciado.
Dobrowolski ha asegurado que ambos se calmaron, que cenó con sus dos hijos y su marido y que se fueron todos a la cama, pero ella no podía dormir porque atravesaba una crisis en su consumo de drogas: “Cogí el hábito y el patrón de que cuando estaba mal huía de casa y me ‘colocaba’, pero yo no quería perder a mi familia, quería quedarme en casa”.
La madrugada ya del día 23 se levantó para recuperar restos de sustancias que tenía escondidos por la casa, incluida la nevera, en referencia a las cámaras de seguridad, donde se la ve entrando 13 veces a la cocina en poco tiempo y manipulando algo tras la puerta del frigorífico: “No era raro que yo estuviera ‘colocándome’ y de puntillas, para no despertar a mis niños y a mi marido”.
Después volvió donde dormía Mainat con los niños: “La habitación estaba oscurísima y oí ronquidos que no son normales, así que cogí el móvil y miré qué estaba pasando, quién de mi gente estaba haciendo estos ronquidos, cuando veo que Josep Maria estaba al borde de la muerte”, ha dicho.
Ha sostenido que entonces sólo hubo “un segundo de shock, pero no 20 minutos ni media hora”, e hizo todo lo que pudo para salvarle pese a estar asustada y ‘colocada’, aseguraba que se puso a incorporarlo, despejarle las vías aéreas, darle un sobre de 75 gramos de glucosa concentrada para ciclistas que había colocado por la casa para emergencias y llamar al 112 y darles toda la información que le preguntaron.
Cuando llegó el SEM, ha recordado que le inyectaron algo pero que él ya estaba saliendo del coma gracias a la glucosa que ella le suministró. Sobre el hecho de que él la señalara como la causante, ella lo interpreta como que él “estaba desorientado” y ha añadido que llegó a pegar a una enfermera y a ella misma.
“Yo le presté atención y mientras tanto él se estaba muriendo”, ha reiterado entre sollozos ante el tribunal, al que ha repetido textualmente que ella no quería a su marido muerto y que, pese a arrepentirse de muchas cosas en su matrimonio, ni le hizo daño ni le hizo sufrir ni le falló en ayudarle.