Este viernes por la madrugada se produjo un importante apagón en Venezuela dado que al menos 20 de los 24 estados del país sufren cortes del servicio eléctrico y de la conexión a internet.
El ministro de Comunicación del régimen de Nicolás Maduro, Freddy Ñánez, reconoció el problema y lo adjudicó a un ”sabotaje”, lo que podría dar pie a prolongar la ola de persecuciones que lanzó la dictadura luego del fraude electoral.
“A las 4:50 de la madrugada de hoy viernes 30 de agosto hemos sido víctimas, una vez más, de un sabotaje eléctrico que ha afectado varios estados del país incluyendo la Gran Caracas. En estos momentos, el equipo del gabinete eléctrico trabaja para la restitución total del servicio”, informó Ñáñez en diálogo con el canal estatal VTV.
Y agregó: “Se ha activado en la capital un operativo especial para el transporte superficial. Nadie nos quitará la paz y la tranquilidad a los venezolanos y venezolanas”.
Los apagones lamentablemente son bastante habituales en Venezuela. Todos los estados del país, unos más que otros, registran fallos en el fluido de energía que van desde breves y reiteradas fluctuaciones hasta interrupciones indefinidas que, durante el tiempo que se prolongan, apagan también la telefonía, la conexión a internet, el bombeo de agua potable y otros servicios básicos.
A través de las redes sociales, los venezolanos reportan a diario que los apagones se repiten sin previo aviso, mientras desestiman las versiones del régimen, según las cuales se trata de “sabotajes” al sistema eléctrico, manejado íntegramente por el Estado.
Ningún estado de Venezuela ha sido tan golpeado por los apagones como Zulia, la otrora región con riqueza petrolera que lleva 15 años con fallos de luz -unas temporadas peores que otras-, lo que ha afectado la vida de su capital, Maracaibo, la segunda ciudad más poblada del país, donde la temperatura máxima supera los 40 grados centígrados.
Solo en 2023, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) documentó 416 protestas por fallas de electricidad en todos los estados y en Caracas, donde los cortes son menos frecuentes, una situación de “emergencia” que la organización no gubernamental Provea pide “no seguir normalizando”.
En su informe anual, publicado en febrero, el OVCS remarcó que los reclamos por la intermitencia de la energía son recurrentes, y que “vecinos, comerciantes y servidores públicos” denuncian a diario la “interrupción de sus actividades y el deterioro de equipos electrodomésticos”.
Según estimaciones extraoficiales, el país registra cerca de 200 cortes eléctricos por día, algunos muy breves, una situación que se ve reflejada en los perfiles de Corpoelec (la Corporación Eléctrica Nacional) en las redes sociales, donde los venezolanos denuncian constantemente los apagones y piden a las autoridades soluciones expeditas.
Distintos expertos coincidieron en que la crisis generada tras el colapso de 2019 no se ha solucionado y es el resultado de la falta de mantenimiento e inversión en el sistema, que el régimen, consciente de la carencia, prometió modernizar en septiembre pasado.
El dictador venezolano, Nicolás Maduro, aseguró entonces que una “poderosa” empresa china, sin especificar su nombre, apoyará la modernización de esta red pública de energía, un anuncio del que no se han conocido detalles, mientras los apagones persisten.