El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado que la Ley de Amnistía es “una victoria de país” y de la ciudadanía y ha asegurado que abre una nueva etapa de negociación para abordar la voluntad de Cataluña de decidir su futuro político.
“Es necesario abordar las raíces del conflicto y responder desde la negociación, abrazando los principios democráticos y dando la última palabra a la ciudadanía de Cataluña”, ha sostenido este jueves en una declaración institucional desde el Palau de la Generalitat.
Asimismo, ha asegurado que la aprobación de la Ley este jueves en el Congreso es “un hito histórico en el camino hacia la plena libertad” que la sociedad catalana considera que sabrá aprovechar.
“La amnistía que parecía imposible, hoy es una auténtica victoria de país, que nos dice que la ciudadanía de Cataluña puede conseguir todo lo que se plantee y que el futuro está en nuestras manos. La amnistía es una victoria de país, una victoria de Cataluña, una victoria de la ciudadanía”, ha sostenido.
En su opinión, la norma representa “el final de toda persecución judicial hacia el movimiento independentista y el reconocimiento” de que votar para decidir el futuro de Cataluña no puede ser considerado delito, ha puntualizado.
“FIN A AÑOS DE CRUDA REPRESIÓN”
“Con la ley de amnistía se pone fin a años de cruda represión”, ha añadido Aragonès, tras defender que los conflictos políticos deben resolverse políticamente.
El presidente catalán cree que “la prisión y exilio, los años de amenaza judicial, los años de inhabilitaciones, multas y embargos no buscaban otra cosa” que hacer claudicar a los catalanes y que renunciaran a sus ideas.
Por ello, ha avisado de que el Govern y el conjunto de la sociedad estarán atentos para que la amnistía se aplique “a todas las personas” afectadas y con la máxima celeridad posible, y la defenderán ante los que quieran impedirlo.
Tras insistir en que la norma es “una oportunidad para desbloquear la resolución del conflicto” con el resto del Estado y para abrir una nueva etapa de negociación, ha apuntado que por sí sola no lo resuelve, por lo que ha llamado a abordar las causas de fondo y el choque de legitimidades que a, su juicio, tiene lugar ante la voluntad de los catalanes de decidir su futuro.
