A punto de cumplirse ochenta días desde que pisara los Cayos Cochinos por primera vez, Arkano desvelaba el pasado domingo que el programa le estaba superando y comunicaba su deseo de abandonar el programa. Lo que no sabía es que su madre estaba de camino a Honduras para hacerle una visita, por lo que se le brindaban varios días para sopesar la decisión y así poder sorprenderle con este reencuentro.
Laura Madroño le presentaba un camino de botellas con pergaminos semienterrados en la arena dentro de los que había pergaminos con palabras dentro: Guillermo (su nombre), Nina y Federico (los perros de su madre), Usar y tirar (nombre de una canción de MClan) y Rita la Frita (nombre en clave de su madre). Haciendo rimas con cada una de ellas, terminaba la dinámica rapeando: “Rita la Frita, eso realmente nadie lo sabe. Rita la Frita es el nombre que tiene mi madre en clave. No sé si os habéis empeñado en ilusionar, pero sí esto es lo que parece, que mi madre aparezca ya”.
Madre e hijo caían a la arena tras fundirse en un abrazo, creando una imagen muy tierna. Arkano confesaba que no contaba con verle allí debido al tremendo miedo que tiene su madre a viajar. Con la cara iluminada, confesaba a su madre que “ahora estoy feliz de verte aquí. Pero, joder, esto es bastante infierno”. Le daba las gracias por haberle transmitido su alegría: “Tú me has enseñado a sonreír hasta en los peores momentos, con lo mal que lo hemos pasado, y eso es lo que todo el mundo te manda, un amor inmenso”.
Para terminar de coronar la noche, Arkano recibía la llamada de su pareja, Alazne Aurrekoetxea, que recibía incrédulo y con una sonrisa de oreja a oreja mientras escuchaba sus palabras de aliento: “No sabes lo orgulloso que estamos de ti. Creo que no eres consciente del concurso que te estás marcando. Quiero que creas en ti, que sé que eres una persona que no le gustan los conflictos, así que haz tu concurso, sigue siendo como tú eres, con esa naturalidad, esa bondad y esa sonrisa tan bonita que nos contagia a todos. Sé que estar allí tiene que ser súper duro físicamente y psicológicamente, y que la cabeza muchas veces puede jugarte malas pasadas, pero la verdad no dejes que eso te nuble o muchas veces te haga sentirte pequeñito”. Aprovechaba para recordarle que se encuentra en la recta final del concurso y que toda su familia y seres queridos van a seguir apoyándole sin importar su decisión.
Carlos Sobera le pedía a Arkano que compartiese su decisión con el público, momento en que se quedaba congelado. El presentador le ofrecía dos días más para pensárselo y el concursante accedía rápidamente justo antes de descubrir que compartirá esas cuarenta y ocho horas con su madre para terminar de recargarse las pilas y poder aprovechar su visita al máximo.