Con barba y un look muy diferente al que solía llevar cuando trabajaba en la peluquería de Recoleta, Abel Guzmán fue capturado en el partido de Moreno este miércoles por agentes de la División de Capturas de la Policía de la Ciudad. Fue luego de que un vecino lo delatara por la recompensa de 5.000.000 de pesos que ofrecían por datos que permitieran atraparlo, indicaron fuentes del caso a Infobae.
Las fuentes detallaron que esta mañana llegó la información de que el prófugo estaba trabajando en una quinta ubicada en la calle Miserere de la localidad de Paso del Rey, en ese partido del oeste del conurbano bonaerense. Era empleado de una mujer mayor.
Los investigadores habían llegado hasta esa zona a través del análisis de redes sociales (Instagram, Facebook y TikTok) y la ubicación del celular que podría estar en manos del homicida, pero no tenían el sitio preciso en el que se refugiaba.
Cuando recibieron el llamado del hombre que lo reconoció, los policías fueron hasta el lugar y lo identificaron. De inmediato le pusieron las esposas. Según confiaron a este medio, el asesino del colorista Germán Medina no se resistió.
“Él era de esa zona. Por eso, la Policía se la jugó en ir a ver la data del llamado. Fueron a chequear y lo encontraron”, ampliaron las fuentes del caso detalles de cómo se gestó el arresto.
La recompensa había sido propuesta por la Unidad de Captura de Prófugos de la Fiscalía Especializada en Investigación Criminal Compleja (UFECRI), a cargo del fiscal José María Campagnoli. La intervención de esa unidad fue ordenada por el titular del Juzgado N° 48 de Capital Federal, a cargo de Javier Sánchez Sarmiento.
Antes de la detención, los detectives siguieron todos los llamados anónimos que recibieron por el caso. “Lo habían visto desde Béccar hasta Santiago del Estero”, puntualizaron. Sabían, sin embargo, que se movía por zona Oeste. Finalmente, este miércoles dieron con el dato correcto, tras 10 semanas de búsqueda.
Un vecino de la cuadra donde se escondía el homicida dijo a TN en el lugar: “Salí y lo tenían dos policías sacándole fotos. Cuando lo vi pensé: ‘Este tiene cara conocida’”. Y agregó: “Se ve que estaba viviendo hace poco ahí, en esa casa donde vive una señora grande. Nunca lo había visto. Lo noté tranquilo”.
Una mujer del barrio, también dio su testimonio al canal de noticias y confirmó que trabajaba para una señora mayor, de unos 80 años: “Ella pobrecita no sabía nada, salió a preguntar qué había pasado. Vive ahí con el hijo”.
El crimen del colorista
El asesinato de Germán Medina ocurrió el 20 de marzo pasado por la noche en la peluquería Verdini de la calle Beruti, un salón de belleza frecuentado por diversos famosos.
Mientras un grupo de empleados estaba sentado en ronda, el peluquero Guzmán los increpó y disparó contra el colorista. Todo quedó filmado por las cámaras de seguridad del lugar, al igual que la huida del homicida, quien se escapó por una ventana.
Medina, de 33 años y una larga trayectoria en su rubro, fue trasladado con signos de vitales por personal del SAME al Hospital Fernández, pero murió a los pocos minutos.
El homicida logró huir y desde entonces nada más se supo de él. Así, desde el Juzgado N°48, a cargo del juez Javier Sánchez Sarmiento, se firmó el pedido de captura al otro día del crimen. La labor de encontrar a Guzmán fue de Homicidios de la Policía de la Ciudad.