Será enorme. Más grande que, por ejemplo, un caza Eurofighter y considerablemente mayor que la aeronave con la que se prevé compita en el mercado internacional a finales de esta década: el MQ-9 Reaper de origen estadounidense. El Eurodrone es el proyecto más importante de Europa respecto a sistemas no tripulados de uso militar y en el mismo están involucradas las cuatro economías principales de la UE: Alemania, Francia, Italia y España.
Esta aeronave, que medirá 16 metros de largo, seis de alto y 26 de una punta a otra de sus alas, nada tiene que ver con los drones suicidas que tan tristemente célebres se han vuelto a raíz de su uso extendido en la guerra en Ucrania y el bombardeo, días atrás, de Irán a Israel. A diferencia de aquellos, el Eurodrone podrá ser equipado con misiles y bombas de diversos tamaños y, según el fabricante, su “versatilidad y adaptabilidad” lo convierten en la plataforma ideal para las llamadas misiones ISTAR: inteligencia, vigilancia, adquisición de objetivos y reconocimiento, por sus siglas en inglés. Entre otras características, destacan sus dos motores turbohélice, que le permiten alcanzar una velocidad más de 500 kilómetros por hora a un altura máxima de 46.000 pies, y la capacidad de carga de hasta 2.300 kilogramos.
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Los países involucrados en este programa han confiado en la empresa Airbus para que lidere el desarrollo del avión, que su vez contará con la colaboración de las firmas francesa Dassault y la italiana Leonardo. El 32% de los trabajos serán llevados a cabo en Alemania, un 24% en Italia y el 44% restante se lo reparten a partes iguales entre Francia y España. El pedido inicial asciende a 20 sistemas Eurodrone, cada uno compuesto por tres aeronaves y dos estaciones de control en tierra, por lo que en total se construirán 60 aviones. El Ejército del Aire y del Espacio español ha encargado cuatro sistemas.
Desde Airbus aseguran que este proyecto, que estará basado en tecnologías “casi” 100% europeas, generará 7.000 puestos de trabajo calificados en la UE y, al mismo tiempo, garantizará el desarrollo y el mantenimiento del conocimiento tecnológico de la región. Si todo sale como está previsto, el vuelo del primer prototipo está fijado para 2025, los primero aviones serán recibidos a partir de 2028 y las entregas se extenderán hasta 2034.
Participación española
El Gobierno español ha destinado un presupuesto de 1.900 millones de euros a este proyecto. En concreto, 1.739 millones se invertirán en las fases de desarrollo y producción de los cuatros sistemas adquiridos por el Ministerio de Defensa, suma que será devengada por anualidades, entre 2029 y 2035. Otros 150 millones han sido reservados para el apoyo logístico durante la entrada en servicio del primer Eurodrone en el Ejército del Aire, que se calcula ocurra en 2029.
Asimismo, el Ministerio de Industria concedió, en 2022, un préstamo de 1.430 millones de euros a la filial española de Airbus destinados a cubrir parcialmente los gastos e inversiones necesarias para emprender la construcción de los drones. Según el acuerdo alcanzado, el gigante aeroespacial europeo deberá devolver la totalidad del crédito otorgado a lo largo de la primera mitad de la próxima década.
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De acuerdo a las cifras que maneja el Gobierno, el desarrollo del Eurodrone supondrá la creación de 3.000 empleos -entre directos, indirectos e inducidos- y un retorno industrial que alcanzará como mínimo el 19%. Por su parte, Airbus anunció que prevé construir el fuselaje de las aeronaves en las instalaciones que posee en el país, en la Comunidad de Madrid y Andalucía.
Otra de las numerosas empresas españolas vinculadas a este proyecto es Grupo Oesía, firma a la que Airbus adjudicó, días atrás, el desarrollo, gestión y soporte del cifrador para la instrumentalización de ensayos en vuelo del Eurodrone. Este componente es fundamental par adquirir parámetros de la aviónica de vuelo, estructurales y ambientales durante las pruebas, con el fin de monitorizarlos en tiempo real y analizarlos posteriormente.
El principal dron de España
El Ejército del Aire posee una flota de cuatro Predator B, ahora rebautizado como Reaper MQ-9, las mayores aeronaves no tripuladas de las que dispone España a la espera del Eurodrone. Desde 2021, la fuerza aérea española ha empleado estas unidades, que despliega desde la base área de Talavera la Real (Badajoz), únicamente en misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento. Sin embargo, hace un año atrás, el Ministerio de Defensa habilitó un presupuesto de 13 millones de euros para equiparlos por primera vez con misiles.
El Predator B, fabricado por la empresa estadounidense General Atomics Aeronautical Systems, es un avión de reconocimiento estratégico, con una autonomía de más de 27 horas, y puede operar a más de 15.000 metros de altura. Su carga útil compuesta por un radar y cámaras infrarrojas supera los 1.700 kilogramos. Tiene 20 metros de envergadura, capacidad de captar imágenes y vídeos y va a ser utilizado en misiones de inteligencia.
