Una revolución provocó la cantante colombiana Karol G desde el momento en que arribó al país en el marco de su nuevo tour mundial, en el que brilló durante dos noches en un colmado estadio de Vélez que no dejó de delirar en cada una de sus canciones. Pero más allá de lo concerniente a los shows que la tuvieron como protagonista, durante su estadía en Argentina, aprovechó para realizar otras actividades.
Entre otras cosas, la reconocida artista disfrutó en Buenos Aires de un espectáculo de tango en el que se la pudo ver acompañada por su extenso equipo, que incluía más de 200 personas entre bailarines, músicos y asistentes. Fue a la salida de ese evento que hizo todo el esfuerzo posible por saludar a los fans, a pesar de las medidas de seguridad dispuestas. Así fue como rescató a una niña atrapada en la multitud y dedicó un momento especial a un fan que llevaba una gorra negra, demostrando afecto y gratitud por el apoyo recibido.
Su llegada a la capital argentina fue el lunes por la madrugada, pero no fue hasta el jueves que salió de su alojamiento para una prueba de sonido, lo que dejó a las claras una agenda particularmente concentrada en los preparativos para sus presentaciones. Durante su estadía, la cantante tenía un deseo puntual: acompañar a Tini Stoessel en el show previsto para el último jueves 25 de abril, pero ese encuentro no se pudo dar porque el recital se suspendió y se reprogramó por precipitaciones. Ante esto, la promesa de la presencia de Karol G en una nueva fecha creó expectativas entre los seguidores de ambas artistas, sin embargo, ya no pudo darse ya que coincidian las fechas de ambas y sus presentaciones.
Por otro lado, los padres de la colombina aprovecharon su visita para disfrutar de distintos sitios emblemáticos de Buenos Aires, como dos reconocidas parrillas, y realizaron paseos por los barrios de Palermo y San Telmo. Incluso, dedicaron un día para visitar Colonia, lo que demostró el interés de la familia por conocer y disfrutar de la cultura local y de la región.
El domingo y ya luego de sus dos presentaciones, el operativo de seguridad para su salida incluyó una estrategia para evitar el encuentro directo con los fans en el hotel, donde se los dirigió hacia un lado del edificio mientras la artista salía por otro, evidenciando las complicaciones de gestionar la popularidad y la seguridad en espacios públicos. En ese entonces su avión privado la esperaba por más de cuatro horas en el aeropuerto de Ezeiza, preparado para su partida.
Para sus presentaciones en el estadio de Vélez, la colombiana deslumbró a sus fanáticos quienes a lo largo del show también la sorprendieron a ella, con cánticos, carteles especiales y la euforia que caracteriza al público argentino.
Cabe destacar que la ambientación, las luces y las pantallas gigantes le dieron sentido al relato. El hilo conductor de la historia era el de una joven sirena que había sufrido mucho, musicalizada con sus canciones de desamor, y su posterior transformación a la Bichota. En este nuevo mundo, habló del empoderamiento femenino, el amor propio y dejó un mensaje especial de lucha por los sueños, al ritmo de sus canciones más recientes.
Con inflables gigantes, luces led y pantallas inmensas para que se viera de todos los ángulos, Karol G lució su primer outfit de cuatro: un catsuit color piel que le marcaba toda su figura repleto de piedras y brillos rosas que llamaban la atención aún cuando las luces estaban apagadas.
“Algunos músicos dicen que la Argentina tiene uno de los mejores públicos del mundo”, comentó emocionada, antes de comprobarlo por sus propios medios. “Ahora viene una canción que les encanta porque ustedes la pusieron número 1″, relató antes de “Tusa”, uno de los momentos calientes del show.