Las nubes suelen ser todo un espectáculo para muchas personas, ya que suelen tener formas curiosas y adornan el cielo, pero por más complejo que parezca, el planeta Tierra no es el único en el que existen.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) compartió cómo son y cómo lucen las nubes de otros de los planetas que conforman el Sistema Solar.
¿Cómo son las nubes de otros planetas?
La máxima casa de estudios compartió que cada uno de los planetas cuenta con nubes completamente diferentes y son de la siguiente manera:
– Venus: el planeta se encuentra envuelto en nubes espesas y amarillas compuestas por ácido sulfúrico.
– Saturno: se encuentra cubierto de nubes que aparecen como rayas tenues, corrientes en chorro y tormentas.
– Neptuno: se contempla que en zonas altas tenga nubes de amoniaco y sulfuro de hidrógeno. Más abajo podría haber nubes de sulfuro de hidrógeno, sulfuro de amonio, amoniaco y agua. Actualmente cuenta con pocas nubes.
– Júpiter: existe una gran probabilidad de que tenga tres capas de nubes. Las primeras son las superiores de hielo de amoniaco. Posteriormente se encuentran las intermedias que son de cristales de hidrosulfuro de amonio y se encuentra también la capa interna, que puede estar formada por hielo de agua y vapor.
– Urano: tiene nubes compuestas por agua y metano, además de que se forman a medida que se acerca el equinoccio.
¿De qué están hechas las nubes?
Las nubes están formadas principalmente por diminutas gotas de agua o cristales de hielo que se encuentran suspendidos en la atmósfera. Estos elementos se originan a partir del vapor de agua presente en el aire, que, al ascender, se enfría y condensa alrededor de partículas microscópicas como polvo, sal marina o polen, conocidas como núcleos de condensación.
El proceso de formación de las nubes comienza cuando el aire húmedo asciende y se expande, lo cual provoca una disminución de su temperatura. Al alcanzar el punto de saturación, el vapor de agua se transforma en pequeñas gotas de agua o, si la temperatura es suficientemente baja, en cristales de hielo. Este fenómeno de condensación es fundamental para la creación de las nubes y depende directamente de factores atmosféricos como la temperatura, la humedad y la presión.
Existen diferentes tipos de nubes, clasificados según su apariencia y altura en la atmósfera. Las nubes bajas, como los estratos y cúmulos, se forman a altitudes inferiores a los 2.000 metros y suelen estar compuestas mayoritariamente por gotas de agua. Las nubes medias, como los altocúmulos y altostratos, se encuentran entre los 2.000 y 6.000 metros de altitud y pueden contener tanto gotas de agua como cristales de hielo. Las nubes altas, como los cirros, cirrocúmulos y cirrostratos, se desarrollan a alturas superiores a los 6.000 metros y están formadas predominantemente por cristales de hielo debido a las bajas temperaturas en esas altitudes.
La dinámica de las nubes juega un papel crucial en el comportamiento del clima y el ciclo hidrológico, influyendo en la precipitación, la reflexión y absorción de la radiación solar, así como en la regulación de las temperaturas en la superficie terrestre.