Madrid, 16 sep (EFE).- Nunca jamás han jugado la Liga de Campeones ni el Aston Villa ni el Bolonia ni el Slovan Bratislava, cuyo último recuerdo de la máxima competición corresponde a la antigua Copa de Europa, de la que saltan ahora a la nueva Champions con el conjunto inglés como uno de los ilustres campeones en 1982.
Hoy dirigido por Unai Emery, el bloque de Birmingham, que visita este martes al Young Boys suizo, es uno de los 23 clubes que han conquistado la cima europea a lo largo de la historia.
Una carta de presentación para su retorno a la élite, fuera del torneo desde 1983, cuando fue eliminado en los cuartos de final por el Juventus con un 3-1.
El duelo de vuelta de entonces en Turín es la última imagen del Aston Villa en la Copa de Europa. El 16 de marzo de 1983. Un doblete de Michel Platini y otro gol de Marco Tardelli lo despidieron del torneo sin intuir que iba a tardar tanto tiempo (en concreto, 41 años) en volver a jugarla, ahora como Liga de Campeones. En Villa Park también había perdido por 1-2, con goles de Paolo Rossi y Zbigniew Boniek para los visitantes.
Ahí terminó su defensa de la Copa de Europa ganada en la edición anterior, 1981-82, contra el Bayern Múnich en la final disputada en Rotterdam (1-0). La decidió un gol de Peter Withe en el minuto 67.
El técnico era Tony Barton, que alineó un once para la eternidad del club formado por Jimmy Rimmer; Kenny Swain, Ken Mcnaught, Allan Evans, Gary Williams; Des Bremner, Gary Shaw, Gordon Cowans, Dennis Mortimer; Tony Morley y Peter Withe.
El hito más grande de la historia del Aston Villa, que ha jugado quince partidos en total de la Copa de Europa, concentrados entre 1981 y 1983 con nueve victorias, tres empates y tres derrotas.
Revelación la pasada temporada, cuando lo dirigió Thiago Motta (ahora al frente del Juventus) hasta cotas impensables, el Bolonia, que recibe el miércoles al Shakthar Donetsk, tan solo ha jugado una edición y una sola ronda de la Copa de Europa. En 1964 y en los dieciseisavos de final contra el Anderlecht, que lo eliminó por el infortunio de la moneda al aire que desempató la eliminatoria tras la igualdad del tercer duelo.
En la ida, el 9 de septiembre de 1964, se impuso el conjunto belga por 1-0. Paul Van Himst marcó el tanto en el inicio de la segunda parte. En la vuelta, el 7 de octubre, casi un mes después, el Bolonia venció por 2-1. Ezio Pascutti y Harald Nielsen fueron los goleadores italianos. Jacky Stockman anotó el 2-1 en el minuto 89.
El desempate fue una semana después, el 14 de octubre en el Camp Nou. El empate sin goles, sin tandas de penaltis entonces como método para decidir el ganador, derivó el choque en el lanzamiento de una moneda. La primera no fue ni para uno ni para otro, porque cayó entre el césped. La segunda, sí. Paso el bloque belga.
El último recuerdo en la Copa de Europa del Slovan Bratislava, que vuelve al torneo este miércoles en Celtic Park, data del 1 de octubre de 1975, en los dieciseisavos de final, cuando fue derrotado y eliminado por el Derby County inglés. Le venció por 3-0 con goles de Jeff Bourne y Francis Lee (2), después del triunfo eslovaco en la ida por 1-0. No le valió para nada el gol de Marian Masny.
No ha vuelto a jugar en la máxima competición continental más allá de la ronda previa, de la que procede ahora (es el único equipo presente en la fase de grupos que empezó el torneo en la primera cita clasificatoria de esta temporada) y en la que había caído siempre hasta ahora. En 1992, en 1999, en 2009, en 2011, en 2013, en 2014, en 2019, en 2020, en 2021, en 2022 y en 2023 hasta el éxito de 2024.
En total, sin contar esa fase previa, el Slovan disputó 12 duelos en su historia en la Copa de Europa, entre 1956 y 1975, con los octavos de final de 1956 y 1970 como tope máximo. Ganó seis, empató uno y perdió cinco. EFE
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