Al menos quince palestinos han muerto este jueves a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel contra una escuela situada en el norte de la Franja de Gaza, tras lo que las fuerzas israelíes han argumentado que las instalaciones eran supuestamente usadas como “centro de mando y control” por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
Así lo ha confirmado la Defensa Civil de la Franja de Gaza, cuyas autoridades están bajo control de Hamás, en un balance actualizado de la situación la escuela Al Faluya, en el campamento de refugiados de Yabalia. Varias personas han sido trasladadas a hospitales de la zona, según informaciones recogidas por el diario ‘Filastín’, vinculado a la milicia.
Por su parte, el Ejército israelí ha afirmado que se ha tratado de un “bombardeo preciso” y ha afirmado que la escuela era usada por “terroristas de Hamás” para “planificar y llevar a cabo operaciones terroristas contra las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Estado de Israel”.
“Antes del ataque se dieron muchos pasos para reducir la posibilidad de dañar a los civiles, incluido el uso de armamento de precisión”, ha manifestado, en medio de las denuncias por la elevada cifra de víctimas civiles y la enorme destrucción causada por su ofensiva contra el enclave.
Más tarde, Hamás ha denunciado que el ataque sobre la escuela Al Faluya “es una extensión de la guerra de exterminio que libra el gobierno de ocupación” contra la población palestina, y “una confirmación de los ataques deliberados contra civiles indefensos y la comisión de horribles masacres contra ellos”.
“La escaldada de los brutales bombardeos sionistas en la Franja de Gaza, y su enfoque durante los últimos días en los refugios para los desplazados y sus tiendas de campaña, que incluían varias escuelas en varias regiones de la Franja”, ha señalado el grupo islamista, que ha hecho un llamamiento a la comunidad internacional “para trabajar para detener el terrorismo sionista”.
La ofensiva israelí, que deja ya más de 41.500 palestinos muertos, fue lanzada tras los citados ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes. A estos balances se suman más de 700 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este desde esa fecha.