La actividad de los criminales también puede frenar el desarrollo de negocios y emprendimientos. Las bodegas son algunos de los establecimientos que son blancos para criminales que buscan robar no solo las ganancias del día, sino también productos que se vendan en estos locales, generando pérdidas a los emprendedores.
Según indicó Andres Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, indicó que estas situaciones perjudiciales para estos locales comerciales han obligado a miles de empresarios a cerrar sus negocios no solo por las consecuencias de la criminalidad, sino también por la inversión adicional que suponen implementar medidas de seguridad.
“En costos de seguridad imagina que tienes que poner una reja mucho más fuerte, cámaras de videovigilancia e incluso cupos para mantener tu negocio abierto. Hasta el año pasado había 2.600 bodegas que cerraron, pero al paso que vamos esta cifra se va a duplicar hasta las 5 mil bodegas”, sostuvo a Latina.
Los criminales atacan a los emprendedores utilizando diferentes modalidades de robo. Mientras que algunos ingresan directamente a los establecimientos portando armas y amenazando a los trabajadores de los locales, otros optan por métodos que consisten en distraer a los cajeros para que puedan extraer el dinero del día.
Clientes y vecinos se enfrentaron a delincuentes armados para evitar un robo
Un caso de los riesgos a los que están expuestos las bodegas en el Perú es lo ocurrido en el distrito de Los Olivos, donde un grupo de vecinos, clientes e incluso el dueño de un minimarket se enfrentaron a un delincuente armado para frustrar un asalto en el local.
Según las imágenes registradas durante la tarde del martes 11 de junio por una de las cámaras de seguridad del local, el primer delincuente -con casaca azul, casco y mascarilla- ingresa al local y no tarda en sacar una pistola para amenazar a las personas en su interior. Pese a ello, el dueño de establecimiento intenta proteger a sus clientes y recibe un disparo en el pie.
Aún herido y aprovechando que el delincuente bajó su guardia, el empresario logró reducir al ladrón en el suelo y quitarle su arma. Una vez reducido el delincuente, la trabajadora del local pidió ayuda a los vecinos. Sin embargo, sus gritos alertaron al cómplice del primer criminal, que se encontraba a unos metros del local con una moto.
Al oír los gritos, el segundo delincuente -con casaca negra y casco- intentó rescatar a su compañero enfrentándose con los vecinos de la zona al interior del minimarket.
“Vino el segundo ladrón, y se avienta contra mi papá y contra la señorita que tenía el arma. Forcejean y escapó el primer ladrón. El segundo, que entró en defensa de su compañero, se queda aquí, forcejeamos, y entre todos lo atrapamos”, afirmó la testigo.
Mientras el segundo delincuente fue atrapado al interior del minimarket, el primero intentó escapar del lugar montado en la moto que su cómplice había dejado. Sin embargo, vecinos de la zona lo persiguieron y evitaron su huida al reducirlo por segunda vez. A este enfrentamiento se sumaron más personas, incluido un perro y su dueño, que circulaban por el lugar.
Al menos uno de los delincuentes, el segundo, intentó escapar, pero fue detenido por un policía que en ese momento se encontraba de civil a unas cuadras de distancia.
Actualmente, un grupo de agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) siguen realizando diligencias para intentar dar con el paradero del criminal que llegó a escapar de los vecinos que lo atacaron y redujeron luego del asalto frustrado
