San Sebastián (España), 15 jul (EFE).- El buque español Aita Mari, que este mes desarrolla su misión de salvamento humanitario número 13 en el Mediterráneo central, rescató este domingo a un total de 34 migrantes, entre los que se encontraban dos embarazadas y tres menores de edad, que viajaban en una embarcación “en situación de riesgo”.
Según informó Salvamento Marítimo Humanitario, la ONG propietaria de este atunero reconvertido en barco de rescate, los 34 migrantes forman un grupo de personas que huía de Libia, la mayor parte de nacionalidad siria, aunque también hay egipcios, nigerianos y bangladesíes.
En el grupo, cuyos integrantes se encuentran “bien” de salud, hay dos mujeres, una de ellas embarazada de siete meses y que viaja con su hermano de 14 años, además de otros dos menores.
SMH concretó que el Gobierno italiano ha designado ya la dársena de Ravenna como puerto de desembarco, adonde el Aita Mari tiene previsto llegar el próximo viernes, 19 de julio, por la noche.
Esta ONG dijo que las labores de salvamento de los migrantes han sido complicadas ya que en el momento del rescate aún era de noche y “han aparecido en escena “tres embarcaciones libias” con algunos tripulantes encapuchados y armados”, una circunstancia que “ha provocado confusión” y una persona se ha tirado al agua, si bien los tripulantes de estos tres barcos “finalmente permitieron al Aita Mari proceder al rescate”.
SMH explicó que al finalizar su actuación, varios hombres de uno de los barcos libios, “en medio de la oscuridad y sin luces, han saltado por sorpresa a la embarcación ya vacía” de los migrantes, de la que “han arrancado el motor y se la han llevado”.
Una práctica que, según SMH, “han comenzado a realizar las mafias para recuperar embarcaciones en los últimos tiempos”.
Salvamento Marítimo Humanitario recordó en su nota que “los guardacostas libios, financiados por Europa, deberían facilitar y no, en cambio, poner en riesgo las operaciones de rescate que, por otro lado, son de obligado cumplimiento para los países ribereños”.
“Además -añadió- volvemos a exigir a los gobiernos europeos que habiliten vías legales y seguras para quienes buscan asilo en Europa o se ven obligados a salir de sus países, para que no tengan que poner en riesgo sus vidas en el mar o en otras rutas en las que se vulneran los derechos humanos más básicos”. EFE
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