Buzos en Key West, Florida (Estados Unidos), realizaron un hallazgo significativo en el Océano Atlántico al encontrar más de una docena de paquetes sospechosos de contener cocaína. El descubrimiento fue anunciado el miércoles por la oficina del sheriff del condado de Monroe, destacando la gravedad del caso. Así lo informó The Guardian.
Según la oficina del sheriff, los buzos localizaron aproximadamente 25 kilos de cocaína envueltos individualmente y a unos 30 metros (100 pies) de profundidad. “Los alguaciles acudieron al Centro de Buceo Rainbow Reef en Key Largo aproximadamente a las 12:25 p. m., donde los buzos declararon que estaban retirando lo que pensaban que era basura cuando se hizo el descubrimiento”, señaló la oficina en un comunicado.
Una imagen difundida en Facebook muestra una bolsa negra de basura rota junto a paquetes grises envueltos en plástico transparente con la etiqueta “Nike SB” y el logotipo de Nike. “La oficina del sheriff entregó los narcóticos sospechosos a la patrulla fronteriza de Estados Unidos”, añadió el comunicado.
Este hallazgo se produce después de otro incidente reciente en el que un bañista encontró aproximadamente 30 kilos de cocaína en los Cayos de Florida, con un valor estimado de USD 1 millón. A principios de este año, la Guardia Costera de Estados Unidos confiscó más de una tonelada de cocaína valorada en USD 32 millones en el Mar Caribe durante dos operaciones distintas, resultando en la detención de seis contrabandistas.
Tracy Fanara, una ingeniera ambiental con sede en Florida, había advertido previamente sobre los posibles impactos de estos fardos de cocaína en la fauna marina. “Si estos fardos de cocaína son una fuente puntual de contaminación, es muy posible que [los tiburones] puedan verse afectados por esta sustancia química”, decía Fanara en una entrevista con The Guardian el año pasado. “La cocaína es tan soluble que cualquiera de esos paquetes se abra un poco, la integridad estructural se destruye y la droga queda en el agua”.
La proximidad de Florida a Sudamérica y su condición de zona de tráfico de drogas de alta intensidad contribuyen a la frecuencia de estos hallazgos. La continua presión de las fuerzas del orden intenta frenar el flujo de narcóticos en esta área crítica del Caribe.