Beirut, 28 sep (EFE).- Muchas calles de Beirut permanecen vacías este sábado y muchos negocios cerrados después de que el grupo chií libanés Hizbulá anunciara la muerte de su líder, Hasán Nasrala, objetivo de un bombardeo israelí perpetrado la víspera contra las afueras de la ciudad.
En algunos puntos, partidarios del fallecido salieron en pequeñas marchas improvisadas entre gritos de “A tu servicio, Sayyed”, en referencia al líder asesinado, mientras que en otros medios locales informaron de incidentes violentos y tiroteos entre simpatizantes y detractores de Hizbulá.
Israel asegura que mató a Nasrala el viernes por la tarde en un bombardeo contra el cuartel general de la formación chií, supuestamente ubicado bajo edificios residenciales en los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.
Hizbulá confirmó este mediodía su fallecimiento, sin ofrecer detalles, despertando un tenso ambiente en una capital a la espera de ver qué rumbo tomarán los enfrentamientos iniciados hace casi un año entre el movimiento libanés y el Estado judío.
En los últimos diez días, Israel ha llevado a acabo una serie de ataques sin precedentes contra el Líbano, incluyendo dos oleadas de explosiones en miles de aparato de comunicación en manos de integrantes del grupo, una intensa campaña de bombardeos aún en marcha y el ataque que mató a Nasrala.
Más de un millar de personas murieron en el Líbano desde que Israel intensificó a comienzos de la semana pasada sus ataques contra los bastiones del grupo chií Hizbulá, anunció este sábado el Gobierno de Beirut. EFE