(Actualiza la EC4082 con declaraciones del consejero delegado y otros detalles)
Barcelona, 1 ago (EFECOM).- La compañía de torres de telecomunicaciones Cellnex perdió en los seis primeros meses del año 418 millones de euros, un 113 % más respecto a los 196 millones de números rojos del mismo periodo de 2023, por la puesta a la venta de sus activos en Austria.
Cellnex ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha recibido ofertas vinculantes para su negocio en el país alpino, un proceso con efectos fiscales de 265 millones debido al deterioro de los activos reclasificados para la venta.
Los ingresos totales en el semestre ascendieron a 1.921 millones, un 7,1 % más, mientras que el ebitda ajustado se situóen 1.578 millones, frente a 1.490 millones en el mismo periodo del año anterior.
El flujo de caja libre de la empresa, inmersa en un proceso para regresar al beneficio tras un periodo de grandes inversiones y maximizar en lo posible la remuneración a los accionistas, alcanzó los 49 millones al cierre de junio y abandonó el terreno negativo registrado en el primer semestre de 2023 (-130 millones).
La deuda financiera neta del grupo se situó en 17.521 millones, por encima de los 17.361 millones que registraba al cierre de marzo, el 80 % de la cual está referenciada a tipo fijo, ha indicado la empresa, que ha recalcado que cuenta con acceso a liquidez inmediata por un importe aproximado de 3.900 millones.
La perspectiva para el conjunto de este ejercicio se mantiene en unos ingresos de entre 3.850 y 3.950 millones, un ebitda entre los 3.150 y los 3.250 millones y un flujo de caja libre entre 250 y 350 millones.
El consejero delegado, Marco Patuano, ha señalado que Cellnex está centrada en “consolidar y simplificar” su estructura, fortalecer su balance e incrementar el valor para los accionistas.
En una conferencia con analistas e inversores, ha sostenido que indicadores como el flujo de caja y las principales métricas del negocio reflejan unos “resultados sólidos” en un periodo en el que las pérdidas hubieran sido de 153 millones sin los efectos contables de la operación en Austria, una mejora respecto a los seis primeros meses del ejercicio anterior.
Tras años de periodo expansionista, Cellnex ha iniciado un proceso de desinversiones para focalizar sus recursos en las mejores oportunidades de crecimiento.
Fruto de ese proceso, anunció en marzo la venta de su negocio en Irlanda a Phoenix Tower Internacional por 971 millones, una operación que quedará ejecutada entre finales de año y principios de 2025, y está ahora en negociaciones avanzadas para continuar con la desinversión en Austria.
En caso de que esa última operación fructifique, la compañía espera que pueda cerrarse también en torno a finales de año.
La reclasificación de los activos austriacos, junto con los efectos de mayores amortizaciones y costes financieros asociados al intenso proceso de inversiones llevado a cabo hasta la fecha, contribuyeron a incrementar las pérdidas este semestre.
En caso de que la operación en Austria no se materializara, los efectos contables de la puesta a la venta de los activos se podrían revisar.
En cambio, si la venta se produce, la compañía ha avanzado que valorará llevar a cabo una distribución de dividendo o una recompra de acciones anticipada, sujeta a su apalancamiento y calificación crediticia, que en cualquier caso no deberá afectar a los “ratings” de la firma, una prioridad para Cellnex.
“Hasta el último céntimo que no esté dedicado a mantener (la categoría de) grado de inversión va a ser dirigido en este momento a remunerar a los accionistas”, ha subrayado el consejero delegado.
Patuano ha asegurado que la dirección de la compañía está centrada en solucionar la “falta de una adecuada remuneración a los accionistas” en comparación con otras empresas del entorno, y ha subrayado que el compromiso de impulsar los dividendos a partir de 2026, mantenido hasta ahora, “no es suficiente”.
El pasado 17 de junio la compañía, que mantiene la calificación de grado de inversión de Fitch y S&P, pagó un dividendo por importe de 11,8 millones de euros (0,01676 euros por acción).
En mayo, tras haber conseguido el grado de inversión por parte de S&P, emitió un bono por valor de 750 millones, utilizado para pagar deuda variable a un coste mayor.
En términos de endeudamiento, la compañía afronta vencimientos por valor de unos mil millones el próximo año, divididos al 50 % entre deuda variable, la más cara, a un tipo de en torno el 5 %, y bonos a tipo fijo, y prevé utilizar ingresos provenientes de las operaciones en Irlanda y Austria para hacer frente a esos pagos. EFECOM
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