Instalar un televisor en la pared puede parecer una tarea sencilla, pero está llena de potenciales errores que pueden afectar tanto la estética como el funcionamiento del dispositivo.
No solo se trata de colgar el televisor donde se vea mejor, sino de asegurarse de que la instalación sea segura y práctica a largo plazo. A continuación, exploramos los cinco errores más comunes al instalar un televisor en la pared y cómo evitarlos.
No decidir primero sobre una ubicación adecuada
Uno de los errores más frecuentes es no planificar adecuadamente la ubicación del televisor antes de comenzar la instalación. Decidir la ubicación del televisor no es una tarea que deba tomarse a la ligera. Es fundamental seleccionar un lugar donde el televisor no obstruya el paso ni sea un peligro. La ubicación también debe permitir una visualización cómoda desde todos los asientos de la habitación.
Antes de perforar la pared, toma medidas y simula la posición del televisor con ayuda de un amigo. Asegúrate de que no bloqueará puertas ni ventanas y que no creará ángulos de visión incómodos. Una vez que estés seguro de la ubicación, marca los puntos de montaje para garantizar una instalación precisa.
Utilizar el hardware de montaje inadecuado
Otro error común es utilizar el hardware incorrecto para montar el televisor. No todos los tornillos y pernos son iguales, y usar el tipo incorrecto puede resultar en una instalación insegura. El soporte debe ser adecuado tanto para el tipo de pared como para el peso del televisor.
Asegúrate de usar pernos lo suficientemente largos para penetrar los montantes sin sobresalir en exceso. Para paneles de yeso, los tornillos #4 o #6 suelen ser adecuados, mientras que para paredes de concreto o ladrillo, los tornillos de retardo de 6 pulgadas con anclajes de madera #10 son más apropiados. También es crucial tener las herramientas adecuadas, como un taladro con brocas específicas para el tipo de pared que tienes y un buscador de pernos para asegurar una alineación precisa.
Montarlo demasiado alto
Un error muy frecuente es montar el televisor demasiado alto, lo que puede causar incomodidad al ver la pantalla y forzar el cuello. La altura ideal es aquella en la que el centro del televisor está alineado con el nivel de los ojos cuando estás sentado.
La regla general es que el tercio inferior del televisor debería estar a la altura de tus ojos cuando estás sentado. Si el televisor se monta demasiado alto, puede que necesites un soporte que permita ajustar la altura o un brazo extensor para bajar la posición del televisor. Esto evitará la fatiga visual y de cuello, proporcionando una experiencia de visualización más cómoda.
No organizar adecuadamente los cables
Dejar los cables a la vista es un error que puede arruinar la estética de tu instalación y crear un entorno desordenado y poco funcional. Además, los cables mal gestionados pueden convertirse en un peligro de tropiezo y dificultar el acceso a otros dispositivos conectados.
Existen varias soluciones para ocultar y organizar los cables. Utiliza ocultadores de cables que se adhieren a la pared o canalizaciones que se instalan en el suelo o techo para mantener los cables ordenados y fuera de la vista. Además, asegúrate de instalar una toma de corriente detrás del televisor para evitar tener cables colgando hacia abajo, lo que no solo mejora la estética, sino que también reduce el riesgo de accidentes.
No hacerlo solo
Aunque parezca un proceso sencillo de entender y cumplir, lo mejor es no instalar el televisor solo y buscar siempre ayuda de una segunda persona. Esto no solo es ideal porque el peso del dispositivo puede complicar el montaje, sino también porque otra persona puede ayudar a ver que las medidas queden de la mejor manera posible, que la distancia sea la adecuada y colaborar alcanzando las herramientas necesarias.