La Audiencia de Cantabria acoge hoy y mañana un juicio con jurado contra un hombre acusado de homicidio doloso por omisión por la muerte de su madre por tenerla desatendida, hechos por los que la Fiscalía le pide una pena de veinte años de prisión y la defensa la limita a dieciséis.
Según el relato de hechos de la Fiscalía, admitido íntegramente por la defensa, el acusado convivía con su madre, que se encontraba en situación de dependencia y vulnerabilidad, y “no satisfacía sus necesidades más básicas de aseo, alimentación y movilización”.
Ello provocó que la mujer estuviera en una situación “de absoluto abandono” que se manifestaba en “deshidratación, suciedad, restos desecados de heces y orina sobre su cuerpo, y úlceras por presión”.
A consecuencia de esas úlceras, la mujer presentaba “signos de infección y necrosis”, que afectaba “no sólo a la piel y al tejido muscular, sino también a planos óseos”.
Además, la habitación de la mujer, de la que nunca salía, se encontraba “llena de basura, bolsas de plástico y suciedad”.
Por otro lado, tal y como comunicó el Servicio Cántabro de Salud, la última vez que el acusado llevó a su madre a consulta médica para el control de su enfermedad fue en 2015, y tampoco renovaba la receta electrónica para recoger la medicación pautada.
En 2018 la mujer ingresó en Valdecilla por déficit neurológico y desde entonces y hasta su fallecimiento en 2021 no existen apuntes en su historia clínica, tal y como se indica en el informe de autopsia.
La mujer murió a los 84 años por infección respiratoria y cardiopatía crónica, “siendo factores coadyuvantes la situación de abandono y la falta de cuidados, con caquexia, deshidratación y úlceras por presión en estado avanzado”.
Los hechos constituyen, según el escrito del ministerio fiscal, un delito de homicidio doloso cometido por omisión, con la concurrencia de la agravante de parentesco, merecedor de una pena de veinte años de prisión.
La defensa, por su parte, admite íntegramente el relato de hechos de la acusación, así como la calificación de homicidio doloso en comisión por omisión.
Sin embargo, considera que no debe aplicarse la circunstancia agravante de parentesco, dado que es precisamente la posición del acusado como garante respecto de la madre la que determina la condena, ha informado en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria. Por eso, entiende la defensa que la pena que se debe imponer al acusado es de dieciséis años de prisión.
El juicio arranca hoy, a las 9.30 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.