Las heces fecales de perros son consideradas un problema de salud pública porque contienen diversos patógenos, como bacterias, parásitos y virus, que pueden transmitirse a los humanos y causar enfermedades gastrointestinales, oftálmicas, respiratorias y cutáneas, las cuales afectan especialmente en niños y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.
Por lo antes mencionado es que recoger los desechos de tu perro en vía pública es indispensable. Además de que, al menos en la Ciudad de México (CDMX), no hacerlo puede ser motivo de multa e incluso de arresto, al ser considerado una infracción contra el entorno urbano.
Lo cierto es que hay formas de ir más allá de cumplir el deber cívico de recoger las heces de tu perro y donarlas.
Por más extraño que parezca, donar el excremento de tu mascota es posible. Al hacerlo, contribuyes a la elaboración de composta, un abono resultado de la descomposición de productos orgánicos que sirve como fertilizante para el suelo.
En CDMX puedes donar las heces de tus perros en cualquiera de las doce composteras del Parque Nacional Fuentes Brotantes. El proceso es muy sencillo:
1. Recoge las heces fecales de tu perro.
2. Coloca las heces fecales en el compostero, sin bolsa o papel, de lo contrario no podrá compostarse.
3. Cubre las heces con el sustrato disponible en el compostero.
Todos los días las brigadas de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR) recogen los desechos para iniciar el proceso de compostaje.
Sobre el proyecto de compostaje de heces de perros
En el Parque Nacional Fuentes Brotantes alrededor de mil 200 perros generan mensualmente desechos que, en lugar de ser desechados sin más, son transformados en un recurso valioso para la naturaleza. La iniciativa “Patitas que Nutren”, lanzada en 2022, utiliza los residuos fecales de los perros para producir composta que se emplea en los jardines y áreas verdes del lugar.
Con 12 composteros distribuidos dentro del parque, el proyecto genera una cantidad significativa de composta, alcanzando aproximadamente una tonelada mensual. Esta composta se destina íntegramente al enriquecimiento del suelo en las áreas verdes del parque, contribuyendo a mejorar la calidad del entorno natural local y cerrando un ciclo de vida eficiente y ecológico.
El proyecto cuenta con un seguimiento constante que asegura que los composteros funcionen de manera óptima. Los responsables han trabajado en el manejo adecuado de los residuos fecales, evitando así problemas sanitarios y garantizando que el producto final sea seguro y beneficioso para el suelo.
De acuerdo con CORENADR, la visión a largo plazo de “Patitas que Nutren” incluye ampliar la red de composteros y aumentar la producción de composta. La meta es facilitar la participación comunitaria en el cuidado del ambiente, creando así una conciencia ambiental más fuerte y consolidada entre los usuarios del parque.