La audacia y los cambios en la moda —se sabe— ya no suceden de forma anunciada. Lo que antes podía ser la expectativa por un desfile o presentación, ahora se da con cambios de timón que irrumpen así, sin golpear la puerta y muchas veces en las redes sociales, donde influencers y coolhunters se codean con las grandes firmas de lujo y diseñadores. Es un ecosistema tan dinámico como encantador.
En tiempos donde ya la moda sin género es parte de un escenario común, los estilos atraviesan la cultura dando señales en la línea de tiempo fashionista. En el universo masculino, la etiqueta ha tenido una reinvención. Y la corbata es quizás un ejemplo: numerosas personas creen que a la hora de ir a un evento, está quedando obsoleta, anticuada, innecesaria o demasiada formal. Es, tal vez, en una pregunta donde se nutre la sinergia de este cambio para toda la moda en general: ¿qué es hoy realmente la formalidad?
En este contexto, las zapatillas han emergido como un complemento clave, completando la imagen cada vez más común en la vida pública de políticos, deportistas y empresarios, quienes a la hora de asistir a eventos formales o ceremonias de premiación, arman el combo: traje, camisa, pantalón y… zapatillas.
La moda masculina ha experimentado una transformación notable en los últimos años, y uno de los ejemplos más destacados de esta evolución es el uso cada vez más frecuente de zapatillas de alta gama e incluso las deportivas, como parte de looks formales. Las zapatillas son un nuevo símbolo de estatus.
Hoy en día, es cada vez más común ver a hombres usando zapatillas blancas o de colores vivos con trajes formales, lo que refleja un cambio en las normas de vestimenta, y una mayor valoración del confort y la expresión personal en el ámbito laboral y de etiqueta.
Sin ir más lejos, en abril pasado, el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, sorprendió al aparecer en público con un par de Sambas blancas, de Adidas, durante una entrevista. Ahí estaba el funcionario, con este modelo descripto por la revista GQ como las zapatillas que “definen nuestra época”, en medio de críticas que interpretaron el gesto como un intento de apelar a la juventud y la modernidad.
“Presento mis más sinceras disculpas a la comunidad de la Samba. Pero, en mi defensa, diré que llevo zapatillas Adidas, incluidas Sambas -y otras, de hecho- desde hace muchos, muchos años”, sostuvo Sunak en declaraciones a LBC Radio.
El nacimiento de la pisada trendly
¿Cuándo se inició esta revolución de la moda? ¿Cómo es que llegó a ser parte de un estatus en la etiqueta masculina? Hay quienes dicen que este cambio, se consolidó fuertemente gracias al impacto de la alta costura, especialmente con la decisión de Karl Lagerfeld de introducir zapatillas en la pasarela de Chanel en 2014, un movimiento audaz que fusionó el lujo con lo casual y marcó el inicio de una nueva era en la moda.
Leonardo Ferri, periodista, autor del libro Zapatillas, historias de moda, deporte y consumo (Paidós, 2018), se va unos años más atrás, en 2010, cuando la diseñadora británica Phoebe Philo de la marca Celine, salió a la pasarela al final de un desfile toda vestida de negro con unas zapatillas blancas de Stan Smith de Adidas.
“Eso llamó mucho la atención y fue el puntapié inicial para una moda que, cuatro años después, se impuso en las pasarelas. Las zapatillas dejaron de ser artículos para practicar deportes y empezaron a formar parte de la vida cotidiana. Hoy llevar zapatillas no habla de informalidad y puede ser un complemento o algo que destaque cualquier otro estilo”, dice Ferri a Infobae, quien además es autor de Nunca Descalzo, un podcast sobre música y zapatillas.
El diseñador Ricky Sarkany evoca otro momento, unos años después del desfile de Lagerfeld, en un evento de música en Los Ángeles, donde Shakira apareció con su entonces novio, Antonito de la Rúa y el público se sorprendió porque había ido con zapatillas.
“En realidad no eran zapatillas, sino un modelo de Prada que tenía suela de goma blanca. Era un zapato con base de zapatillas. La gente empezó a llamarle la atención de cómo una persona que iba de traje a un evento de gala, podía usar algo distinto a un zapato clásico de vestir”, rememora a Infobae Sarkany.
Desde entonces, la presencia de las zapatillas en el diseño de alta moda se ha vuelto una constante: hoy no hay marca de lujo que no ofrezca su propia interpretación, desde versiones ostentosamente vanguardistas hasta diseños que rescatan lo retro. Cada modelo, sirve para completar la etiqueta masculina.
Hay una constante: se usan zapatillas cada vez más en eventos de etiqueta, y las grandes marcas crean modelos recogiendo el guante seguramente menos pensado hasta hace unos años.
“La asociación con las marcas de lujo fue una parte de la cuestión, porque las marcas deportivas tuvieron esa última validación que les faltaba. Ya tenían la de los artistas, a los deportistas, al público que las compraban, pero todavía faltaba ese componente de lujo. Y las marcas de moda como Balenciaga, Dior o Gucci, todas marcas que hoy tienen sus propios sneakers, empezaron a relacionarse con la moda deportiva de una manera que hasta ese momento no lo habían hecho”, dice Ferrari.
“Virgil Abloh fue el diseñador de Off White, a quien lo toma Louis Vuitton como diseñador de la línea de hombres”, cuenta Sarkany. Y suma: “Virgil Abloh es quien había lanzado todo lo que se puede llamar el streetwear, que es un poco lo que mostraba Off White, la moda callejera, pero de alto precio, porque supuestamente una remera y un jean debían salir 80 dólares y Off White las vendía en 1000. Atrás de eso, Balenciaga también sacó una línea de zapatillas con un diseño muy especial”.
Para el diseñador, todo este cambio que se iba dando progresivamente se aceleró con la pandemia. “La gente se queda en la casa y ahí es cuando privilegia la comodidad. El usar un jogging, zapatillas, ojotas y ropa grande, holgada, junto con la movida que se estaba dando en el mundo de streetwear, que después acompaña Vuitton y Balenciaga, hace que todo acelere”, agrega Sarkany.
Louis Vuitton se sumó hace poco con un modelo más que icónico: fue nada más y nada menos que Lionel Messi, quien lució el modelo. Se trató de unas zapatillas blancas de la marca de lujo, decoradas con dibujos de estilo infantil. Este modelo, presentado en el sitio web de Louis Vuitton, quedó agotado en todas sus tiendas oficiales al poco tiempo.
De las retro Samba al boom de las On
Las zapatillas Adidas Samba que usó Rishi Sunak son un caso emblemático de esta tendencia, habiendo alcanzado un estatus icónico en el mundo de la moda masculina contemporánea. Han recorrido un largo camino hasta convertirse en un fenómeno cultural global.
Tomando inspiración de los botines de fútbol de la década de 1950, estas icónicas zapatillas se han establecido como un emblema en el mundo de la moda. Figuras del deporte la han adoptado como parte de su vestuario cotidiano. Personalidades como Harry Styles, Paul Mescal y Rihanna figuran entre los notables que han escogido llevar este modelo.
Su popularidad ha sido impulsada por una combinación de factores, incluyendo su asequibilidad y disponibilidad, en una variedad de colores.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden ha sido objeto también de atención por su elección de calzado, particularmente después de ser fotografiado usando las zapatillas Hoka durante eventos públicos.
En Argentina también pasaron cosas: Mauricio Macri, es uno de los “embajadores” de las zapatillas para looks formales y de etiqueta. El ex presidente usa la marca On, con traje, saco y corbata. “Llamó la atención que llegue a un programa de televisión con esas zapatillas. Es un diseño donde uno de los dueños es Roger Federer. Es un tema de moda, la gente lo usa, pero también se queda por un tiempo limitado obviamente porque así es la moda”, dice Sarkany sobre este modelo que cuesta alrededor de 150 dólares.
“Acá en la Argentina llegaron en un momento en el que no estaban entrando nuevas marcas al país. Las identificabas en los pies de la gente que tenía la capacidad de viajar, entonces de alguna manera se posicionaron en un segmento de gente ABC 1, por decirlo de alguna forma”, suma Ferri.
Miguel Saberian, en una nota reciente con Infobae, sostuvo: “Una zapatilla lisa, limpia y sobria es una buena elección de calzado para un casamiento de día. Es asegurarse que vas a estar cómodo y vas a poder participar de la fiesta a todo disfrute. Pero una zapatilla deportiva con suspensión de aire seria considerada una falta al código de vestimenta de la ocasión”.
De la pasarela a las calles del mundo, la Met gala y más allá
El debate sobre el uso de zapatillas deportivas en contextos formales no se limita a la política claramente. El ámbito empresarial es otro espacio. En décadas pasadas, la idea de combinar zapatillas con trajes formales habría sido impensable en entornos profesionales. Sin embargo, con el advenimiento de la cultura del “casual business”, esta norma ha ido evolucionando gradualmente.
Sin embargo este fenómeno se traduce directamente en las calles. A comienzos de 2023, se popularizó en TikTok un video mostrando a un grupo de individuos usando zapatillas Sambas en un tren de Londres. En los últimos dos años, las consultas por Adidas Samba en el Reino Unido se han incrementado en más del doble.
Del mismo modo es cada vez más común ver a los turistas el mundo recorriendo puntos globales en zapatillas, como lo puede ser una expo en Louvre en París o en las calles de Nueva York.
La gente toma lo que ve en los grandes eventos y alfombras. Y lo hace propio. Nada mejor que mencionar a la Met Gala, el lugar donde la moda y el arte se conjugan y llevan la vanguardia a lo más alto. Allí, donde se supone que una zapatilla puede no tener nada especial, fue donde Serena Williams sorprendió con un vestido y sus Nike. “Le quedaban perfectas. Las marcas empezaron a aprovechar esos lugares de exposición que antes no tenían”, refiere Ferri en relación al caso de la tenista.
El ambiente del fútbol es sin duda un lugar donde la zapatilla gana terreno a la hora del fashionismo. Solo basta elegir alguna entrega reciente de premios para ver al ecosistema futbolero de alta gama, en traje y zapatillas.
Sin ir más lejos, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lideró la última gala de The Best con un traje negro con moño, camisa blanca y zapatillas blancas que aportaron el detalle distintivo e informal del look.
De hecho, en la última Copa del mundo, se lo pudo ver al dirigente usando unas Adidas personalizadas. Este es para Sarkany otro momento de quiebre. “En Qatar 2022 Infantino repartía los premios a los campeones del mundo de fútbol y estaba con un traje negro y zapatillas blancas, algo totalmente impensado al lado de una figura como el emir de Qatar”, dice el diseñador.
Los inicios a la nueva tendencia: el retro running
Las zapatillas, surgidas a finales del siglo XIX, transformaron drásticamente los usos y costumbres en el vestir. Su adopción en deportes como el tenis marcó el inicio de su popularización, que se afianzó en la década de los 50 y se expandió notablemente en los años 70 con el auge del running.
Los años 80 y 90 representaron un periodo de innovación, con el lanzamiento de modelos icónicos por parte de marcas como Nike, Adidas y Reebok. Durante los 90, las zapatillas trascendieron el ámbito deportivo para convertirse en un elemento fundamental del estilo urbano y juvenil.
Para Benito Fernández, sin dudas lo que más influyó fueron los deportistas, los actores y los cantantes, que empezaron a imponer esta moda. “Michael Jordan, Justin Bieber y Lionel Messi fueron grandes propulsores de las zapatillas en Argentina. Nacho Viale, Elizalde y Benjamín Vicuña me parece que lo son también”, dice el diseñador, quien lleva adelante una colaboración con Topper desde hace ya tres años.
“Este verano vamos a sacar una colección que se llama Glow y que tiene que ver con mezclar lo que es la marca Topper en Argentina con lo que es el ADN mío, que es el color y la mezcla de texturas. Es hacer una colección que se pueda usar tanto de día como también para un evento o una gala”, agrega Benito.
Sarkany resume que la moda siempre está en constante cambio. Desde aquel 2015, cuando lanzó su primera línea de zapatillas, en el momento que las Stan Smith de Adidas brillaban con su color verde. Aquella época era el comienzo del auge de las Adidas con jeans.
“Todo se aceleró con la Pandemia. La gente se quedó en la casa y ahí es cuando privilegia la comodidad. El usar un jogging, zapatillas, ojotas y ropa grande, holgada, junto con la movida que se estaba dando en el mundo de streetwear, que después acompaña Vuitton y Balenciaga, hace que todo se acelere”, rememora Sarkany, quien desde hace varios años viene haciendo lo que hacen muchos diseñadores del mundo: las colaboraciones.
“Hicimos una, con un artista belga que se llama Bhavi. Lanzamos unas zapatillas diseñadas con él con una historia especial, una reminiscencia de Airforce de Adidas pero con un diseño muy especial y una historia escrita en las plantillas, en colores en blanco y negro, y en blanco y colorado”, cuenta Sarkany.
Y resulta que Bhavi se las mandó a sus amigos para que la vean, entre los que estaban artistas como Nicky Nicolle y Duki. “Cuando las lanzamos nosotros teníamos 400 únicos pares. Salieron un día a las ocho de la noche y había 35 mil personas online para comprarlas. Duraron exactamente un minuto hasta que se agotaron”, recuerda Sarkany. Un ejemplo de este tipo de colaboraciones que menciona el diseñador argentino tiene que ver con lo que sucedió con Bad Bunny con Adidas.
Ferri explica que ahora la tendencia retro running, que es lo que más se está usando. “Son esas zapatillas que en los años 2000 eran de running y se usaban para correr, pero que ahora, producto de la evolución de la tecnología, quedaron como zapatillas que siguen siendo muy cómodas, pero que ya no sirven para ir a correr. Ejemplos de esas zapatillas son las Velophasis de Puma, Gel – NYC de Asics, Response de Adidas y Nike tiene unas que se llaman Vomero. Todas están de moda y sirven para estar cómodos y, según los parámetros actuales, bien vestidos”, explica Ferrari.
“A partir de ese fenómeno, -sigue Ferri- las marcas deportivas empezaron a utilizar la tecnología de las zapatillas de running en las de la vida cotidiana. El mejor ejemplo de eso es la Adidas Nmd en que la que tiene el boost, que es lo mismo que se usa en las zapatillas de correr, pero en este caso, es una urbana para utilizar para ir a trabajar”.
Ferri ensaya un comentario final, es un concepto que tal vez tiene todo lo que podría tener una campaña publicitaria de zapatillas: la hereditario, el deporte, sus íconos y las elecciones personales. “Lo que más se usa hoy es la zapatilla que tiene cierta herencia de botín futbolístico, como el caso de las mencionadas Samba o las Palermo de Puma”, dice.
Sin embargo, acota, “nunca se van a dejar de usar la zapatilla de básquet, la Forum de Adidas, las Jordan de Nike, por supuesto. Depende del estilo de cada uno, del lugar y del contexto”. Básicamente, esto último, son los puntos cardinales por donde gran parte de la moda respira y se reiventa a cada segundo.