El que fuera sacerdote, Jesús María Menéndez, más conocido como padre Chus, ha sido condenado a diez años de prisión por ofrecer droga a menores a cambio de favores sexuales en su piso de Gijón.
La justicia ha establecido una condena de cuatro años por delitos contra la salud pública y tres condenas por dos años cada una por delitos de corrupción de menores.
De acuerdo al relato fiscal, el acusado (1952), desde al menos el año 2015 y hasta 2021, contactaba con menores, invitándoles a acudir a su domicilio de Gijón, donde les entregaba pequeñas cantidades de dinero o les facilitaba hachís, que consumían en el salón y en su presencia.