Un hombre de 69 años, se encuentra viviendo en la calle luego de ser víctima de una estafa amorosa en Kenia. Rodrick Lodge había perdido a su esposa en 2019 y estaba en la búsqueda de una nueva compañera cuando un amigo lo engañó presentándole a una supuesta mujer llamada Anita. Su odisea comenzó hace tres años cuando lo pusieron en contacto con esta mujer ficticia a través de internet.
El devastador impacto financiero y emocional de la situación es evidente. Lodge envió alrededor de USD 110.000 para financiar la reforma de la casa de Anita como parte de una supuesta dote necesaria para su matrimonio. En declaraciones a BBC, explicó: “Comencé a enviarle dinero para varias partes de la casa y ella me enviaba las fotos de la casa siendo renovada, así como otras fotos íntimas”.
Las solicitudes de dinero aumentaron y Lodge, confiado en su futuro con Anita, continuó enviando fondos. Según BBC, él creía que ella era la directora general de una empresa de productos de belleza con unos 30 empleados. La realidad golpeó con dureza cuando finalmente viajó a Nairobi con la intención de casarse.
A su llegada al aeropuerto en Nairobi, no había nadie esperándolo. Rodrick trató desesperadamente de contactar a Anita, pero solo recibió excusas. Más tarde, descubrió que todo había sido un engaño y que Anita jamás existió. El hombre que creía su amigo era, en realidad, el autor de la estafa. “El acuerdo era que nos conoceríamos en Nairobi, pero eso nunca sucedió y resultó ser una estafa. Anita nunca existió”, explicó Rodrick a BBC.
El impacto emocional de la estafa fue brutal. El hombre describió su profunda vergüenza y su pérdida total de esperanza: “Fui un idiota y un tonto, lo sé, y ahora estoy pagando el terrible precio de ello. Realmente me creí que existía. Estoy avergonzado”. Además, luego de perder todos sus ahorros, tuvo que dormir tres noches en el aeropuerto antes de encontrar refugio en un albergue para personas sin hogar.
Actualmente, la vida de Rodrick ha sido devastada económica y emocionalmente. Las estafas románticas, como señalan los expertos, son especialmente crueles, ya que las víctimas no solo sufren pérdidas financieras, sino también dolor emocional. Rodrick expresó: “No tengo motivos para levantarme. No tengo familia, solo algunos amigos que me llaman idiota. Estoy verdaderamente sufriendo”.
La situación de Rodrick ha provocado también debates sobre la responsabilidad de las instituciones financieras. Martin Richardson, abogado especializado en recuperación de fraudes, explicó a la BBC: “Creemos que el banco desde el cual el Sr. Lodge transfirió sus ahorros debería haber hecho más preguntas sobre lo que estaba haciendo. Los bancos tienen la responsabilidad de evitar que sus clientes sean víctimas de fraudes, sobre todo si son vulnerables”.
Las autoridades también emitieron recomendaciones para evitar este tipo de estafas. Acción contra el Fraude, el organismo nacional de lucha contra el fraude y el ciberdelito en el Reino Unido, ha aconsejado no enviar dinero a alguien que no se ha conocido en persona y estar alertas ante cualquier solicitud de acceso a cuentas bancarias.
El mensaje de Rodrick es claro, ya que guarda un rencor profundo contra quien lo estafó. En sus declaraciones a la BBC, expresó con amargura: “Me ha quitado hasta el último centavo y realmente espero que se pudra en el infierno”.