(Dennis Thompson – HealthDay News) – Las fobias de los adultos pueden correlacionarse con cambios en la estructura de sus cerebros, encuentra un estudio reciente.
Además, las diferencias neurológicas observadas en adultos con fobias son más extensas que las observadas en personas con otras formas de ansiedad.
La fobia es el trastorno de ansiedad más común, y afecta a más de un 12 por ciento de las personas, dijo el equipo de investigación dirigido por Kevin Hilbert, asistente de investigación en psicología de la Universidad Humboldt de Berlín, en Alemania.
Desafortunadamente, no ha habido mucha investigación dirigida específicamente a las fobias, dijo el equipo.
“Pocos estudios han examinado las diferencias en la estructura cerebral asociadas con fobias específicas, y generalmente se realizaron en muestras pequeñas y se dirigieron a regiones aisladas de interés”, escribió el equipo.
Para observar más de cerca, los investigadores examinaron las IRM de más de 1,400 niños y adultos con una fobia específica, así como de casi 3,000 personas sanas.
Las fobias más comunes fueron las fobias a los animales (739 participantes) y las fobias relacionadas con la sangre, las lesiones o las inyecciones (182 participantes).
Descubrieron que las personas con fobias tenían un aumento de grosor en algunas partes de la corteza frontal, así como un tamaño reducido en regiones como el núcleo caudado, el putamen y el hipocampo.
Las regiones alteradas están involucradas en procesos cerebrales relacionados con el miedo, como el movimiento, la aversión y el procesamiento emocional. Sin embargo, el tamaño de la amígdala, un regulador cerebral central del miedo y la agresión, no se alteró significativamente en las personas con fobia.
Las personas que sufrían de fobias a la sangre, a las lesiones y a las inyecciones tuvieron cambios más profundos que las que tenían fobias a los animales, lo que respalda la idea de que esas fobias implican procesos cognitivos más altos, señalaron los investigadores. Esa podría ser la razón por la que ese tipo de fobia puede provocar tanto miedo como repugnancia.
Curiosamente, estos cambios en la estructura cerebral no se encontraron en personas menores de 21 años. En cambio, parecen manifestarse durante la edad adulta, informaron los investigadores en una edición reciente de la revista AJP in Advance.
“Fue un hallazgo sorprendente dado que el inicio [de la fobia] temprano en la niñez es muy común, y dado que se observan correlatos neurofuncionales y estructurales en individuos con otros trastornos de ansiedad, e incluso en jóvenes en riesgo de trastornos de ansiedad”, escribió el equipo de investigación en un comunicado de prensa de la revista.
Dado que muchas fobias infantiles se disuelven en la adultez, los grandes cambios estructurales observados en las IRM de adultos podrían reflejar una forma más persistente del trastorno de ansiedad, señalaron los investigadores.
Más información. Johns Hopkins Medicine ofrece más información sobre las fobias.
FUENTE: Asociación Americana de Psiquiatría (American Psychiatric Association), comunicado de prensa, 14 de junio de 2024
* Dennis Thompson HealthDay Reporters ©The New York Times 2024