Para el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la temporada de lluvias inicia formalmente el 15 de mayo pues históricamente los ciclones tropicales empiezan a formarse en la Cuenca del Pacífico a partir de la segunda quincena de mayo, sin embargo, las precipitaciones también pueden derivarse de los Frentes Fríos que todavía ingresan desde el norte del país.
La temporada de lluvias en México se extiende, usualmente, hasta el mes octubre, por lo tanto tiene una duración aproximada de cinco meses. No obstante, en algunas ocasiones suele alargarse hasta las primeras semanas de noviembre, en caso del paso de un huracán.
Este ciclo está relacionado principalmente con el patrón de circulación de vientos y el fenómeno de El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), así como con el incremento en la temperatura superficial del océano Pacífico durante los meses de verano, lo que favorece la formación de nubes y precipitaciones.
Para 2024, los pronósticos apuntan que la actividad ciclónica será un 10% más intensa que en 2023, con hasta 45 posibles tormentas tropicales, por lo que la temporada de lluvias podría extenderse hasta el mes de noviembre, cuando concluye formalmente la temporada de huracanes en el Atlántico.
Los huracanes tropicales y las lluvias cumplen un papel trascendente en México debido a sus impactos tanto positivos como negativos.
Entre los beneficios de estos fenómenos meteorológicos destaca la recarga de acuíferos y embalses, pues las lluvias y los huracanes contribuyen significativamente a la recarga de los cuerpos de agua dulce, como acuíferos, ríos y embalses, fundamentales para el suministro de agua potable, la agricultura y la generación de energía hidroeléctrica.
La agricultura es otro sector altamente beneficiado, pues la temporada de lluvias es crucial para el ciclo agrícola en varias regiones del país, especialmente donde el riego depende directamente del agua pluvial.
Las precipitaciones ayudan a aliviar los efectos de las sequías prolongadas que afectan diversas áreas del país, mejorando las condiciones de suelos y vegetación.
Por una parte, son esenciales para el equilibrio ecológico y para recursos hídricos que sostienen actividades humanas y naturales; por otra parte, representan un reto en términos de gestión de riesgos de desastres, planificación urbana y resiliencia climática.
México espera la temporada de lluvias 2024
La llegada de la temporada de lluvias es crucial para el país, ya que contribuye significativamente al suministro de agua para la agricultura, el consumo humano y la generación de energía, entre otros usos. Además, las precipitaciones ayudan a mitigar los efectos de la sequía que pueden haberse acumulado durante los meses secos previos a mayo.
Sin embargo, es importante mencionar que, a pesar de los beneficios asociados con la temporada de lluvias, también puede haber desafíos significativos, como el riesgo de inundaciones, deslizamientos de tierra y otras afectaciones a comunidades y cultivos, especialmente en áreas vulnerables o que no cuentan con infraestructura adecuada para el manejo de las aguas pluviales.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha anunciado que la temporada de ciclones tropicales en México para el 2024 anticipa la formación de hasta 23 fenómenos en el Atlántico y hasta 18 en el océano Pacífico. Este ciclo inicia oficialmente el 15 de mayo en el Pacífico y el 1 de junio en el Atlántico, preparando al país para posibles impactos climáticos.
En detalle, las previsiones indican una actividad ciclónica que podría traer entre 15 y 18 sistemas nombrados en las aguas del Pacífico. De estos, se estima que entre 8 y 9 se desarrollen como tormentas tropicales, mientras que de 4 a 5 podrían escalar a huracanes de categorías 1 o 2.
Además, existe la posibilidad de que entre 3 y 4 alcancen la categoría de mayor intensidad, entre 3 y 5.
Para la región del Atlántico, se pronostican entre 20 y 23 eventos, con 11 a 12 tormentas tropicales y de 5 a 6 huracanes de menor intensidad. También se esperan entre 4 y 5 huracanes de categorías 3 a 5, señalando un año potencialmente activo en cuanto a ciclones se refiere.
Es importante destacar que, a pesar de la elevada cantidad de sistemas pronosticados para ambas regiones, no todos impactarán directamente en territorio mexicano. Según Conagua, se anticipa que al menos cinco de estos fenómenos podrían tener efectos significativos en distintas partes del país.