Cuatro voluntarios completaron una misión simulada de Marte organizada por la NASA, tras pasar más de un año en un hábitat simulado en el Centro Espacial Johnson en Houston. Los participantes, que no son astronautas entrenados, salieron del entorno artificial el sábado 6 de julio alrededor de las 5 p.m., según The Associated Press.
Los miembros de la tripulación, Kelly Haston, Anca Selariu, Ross Brockwell y Nathan Jones, comenzaron su misión en el hábitat impreso en 3D el 25 de junio de 2023. Esta misión marcó el inicio del proyecto Crew Health and Performance Exploration Analog (CHAPEA) de la NASA, desarrollado en el Centro Espacial Johnson en Houston.
Kelly Haston, comandante de la misión, saludó al mundo exterior con un sencillo “Hola”. La tripulación pasó 378 días en confinamiento, y Jones, el médico de la misión, señaló que el tiempo “pasó rápidamente”.
De acuerdo con ABC News, el hábitat de 1.579 metros cuadrados fue diseñado para simular las condiciones de un eventual viaje a Marte, explorando temas que van desde las limitaciones de recursos hasta la comunicación retardada con la Tierra, que podría alcanzar hasta 22 minutos de demora.
La tripulación también llevó a cabo caminatas espaciales simuladas, conocidas como “Marswalks”, y cultivaron vegetales para complementar sus provisiones de alimento.
Según indicó la NASA, estas condiciones replicaban los desafíos previstos de una misión tripulada a Marte. Steve Koerner, subdirector del Centro Espacial Johnson, destacó que mucho del trabajo del primer equipo se centró en la nutrición y su impacto en el rendimiento: “Han estado separados de sus familias, bajo una estricta dieta y bajo constante observación”.
Emergiendo tras un golpe en la puerta del hábitat realizado por el astronauta Kjell Lindgren, los cuatro voluntarios expresaron su gratitud hacia sus compañeros y aquellos que esperaron afuera pacientemente.
Ross Brockwell, ingeniero de vuelo, comentó sobre la importancia de vivir de manera sostenible para el beneficio del planeta. “Estoy muy agradecido de haber tenido esta increíble oportunidad de vivir durante un año dentro del espíritu de aventura planetaria”, dijo Brockwell.
La oficial científica Anca Selariu explicó que “el espacio puede unirnos y sacar lo mejor de nosotros. Es un paso definitorio que los ‘terráqueos’ darán para iluminar el camino hacia los próximos siglos”, afirmó Selariu.
La misión no solo se enfocó en la investigación científica y la exploración, sino también en entender los factores relacionados con la salud física y conductual en condiciones extremas. Las observaciones realizadas durante este año son fundamentales para futuros planes de misiones tripuladas a Marte.
El proyecto CHAPEA tiene programadas dos misiones adicionales con el objetivo de continuar las simulaciones de caminatas espaciales y la recopilación de datos valiosos. “Hemos sido separados de nuestras familias, sometidos a un plan de comidas cuidadosamente prescrito y objeto de mucha observación”, señaló Koerner.
La misión también incluyó el mantenimiento del hábitat y sus equipos, enfrentando desafíos como la escasez de recursos y aislamiento. Este tipo de investigaciones están diseñadas para preparar a los astronautas para condiciones similares en futuras misiones a Marte, un objetivo central en los planes de exploración espacial de la NASA.
