El feroz encontronazo entre Furia y Mauro reavivó las internas dentro de la casa de Gran Hermano (Telefe). Si bien no se trata de la primera vez que Juliana Scaglione muestra su lado más picante, lo cierto es que sus compañeros ya no saben cómo reaccionar ante sus arranques. De hecho, tras este último cruce, muchos de ellos dejaron ver su incomodidad ante la actitud de la doble de riesgo. Incluso hasta vaticinaron un alarmante pronóstico. “Le va a agarrar un pico de estrés”, coincidieron.
La discusión ocurrió este domingo a la tarde y, por la noche, Furia fue sancionada en vivo durante la gala de eliminación. “Desde este momento hasta el final de tu estadía en la casa, vas a estar siempre nominada”, le comunicó la voz de GH. El anuncio no solo la tomó por sorpresa a ella, sino también al resto de los participantes, que horas antes la habían pasado bastante mal durante el cruce entre la doble de riesgo y el exrugbier.
Como se ve en el video que encabeza esta nota, el conflicto se generó en el jardín, pero los gritos llegaron hasta una de las habitaciones, donde estaban Florencia, Nicolás y Zoe, quienes intentaron escaparle a la situación. Así, mientras Flor armaba la valija y Nico cebaba mates, la más joven de la casa decidió asomarse por la puerta a ver qué estaba ocurriendo. “Está en el confesionario”, señaló Zoe. “Pensé que estaba en la cocina”, retrucó el joven.
La música continuaba a un volumen alto, pero eso no tapó los alaridos de Juliana. En silencio, los tres competidores se miraban azorados entre sí, sin omitir palabra alguna. Acto seguido Zoe decidió hablar: “Bol…, qué falta de respeto. Ay, no, chicos, ¿cómo va a hablar así? Es increíble”.
El trío no fue el único que se molestó por la violenta actitud de Juliana contra Mauro. Mientras transcurría la discusión, Darío aprovechó para encerrarse en el baño y evadir los insultos que se escuchaban por toda la casa.
Por su parte, Martín Ku salió al patio, ya que el perro Arturo se puso nervioso y comenzó a ladrar en el comedor. “No, Arturo, quédate acá”, le dijo el Chino al galgo, que se movía inquieto sobre su regazo.
Minutos después, Darío decidió salir del baño para ir al encuentro de algunos de sus compañeros, que estaban en la habitación de las chicas. En ese contexto, se sumó a Florencia, Nicolás, Zoe y Virginia y comentó indignado: “¿Se cree que es la dueña de Gran Hermano? No entiendo, bol…”.
Enseguida, Nicolás se le acercó y le reveló que pudieron sentir cómo desde la producción se reían de eso. Eso profundizó la molestia del platense, quien se hizo oír pese a que le subían la música. “Claro, lo que pasa es que lo ven gracioso a este punto, es increíble. Aparte, a esta chica le va a agarrar un ACV, en serio, le puede agarrar un pico de estrés. Pero bueno, echar, no la echan”, sostuvo.
En paralelo, Furia y Mauro se trenzaban en el comedor. Para ese momento, Florencia, Nicolás y Zoe se habían trasladado a esa parte de la casa y estaban sentados en la mesa, a metros de ellos, junto a Bautista y Manzana.
“Esto para que vean que la única que se peleó con todos acá adentro es ella, por algo es. Falta el respeto, si ustedes bancan eso, ¡bárbaro! Si me quieren sacar, sáquenme, yo prefiero llevarme bien con todos”, lanzó Mauro delante de sus compañeros, luego de que su exnovia le gritara un sinfín de insultos.
“No sos nadie, hijo de pu…”, le dijo Furia, iracunda. Inmóviles, el resto de los jugadores mantuvieron la mirada puesta en sus platos de comida e intentaron no involucrarse en la escalada de violencia; aunque, una vez más, sus gestos hablaron por ellos.