Madrid, 11 jun (EFE).- La contribución de la tecnología y la investigación espacial a la calidad de vida en la Tierra es cada vez mayory a partir de esa premisa España se ha sumado a la “economía del espacio” con el fin de que las inversiones y los recursos que se destinan en ese ámbito redunden en beneficio de los seres humanos.
Lo han corroborado hoy representantes de administraciones públicas y de numerosas empresas del sector espacial durante la primera jornada del Congreso de Ingeniería Espacial, que reúne en Madrid a más de cien expertos para analizar el impacto de la industria aeroespacial en la economía española y el nuevo concepto que se ha acuñado en este ámbito de “economía espacial”.
Considerando éste como el conjunto de actividades y usos de los recursos que crean valor y beneficios a las personas en el curso de la exploración y la investigación espacial, numerosos ponentes se han referido a las numerosas innovaciones que han procedido del espacio y han analizado las principales fortalezas y debilidades de la industria aeroespacial española en el contexto internacional y cómo algunas iniciativas adoptadas durante los últimos meses, entre ellas la puesta en marcha de la Agencia Espacial Española, pueden contribuir a reforzar el papel de España en ese entorno.
Sistemas musculares artificiales, bombas de insulina, navegación por satélite como la que utiliza la tecnología GPS o sistemas de comunicaciones cada vez más complejos son el legado de desarrollos tecnológicos que se idearon para la exploración espacial, y los ingenieros que hoy han participado en el Congreso han ratificado su convencimiento de que durante los próximos años llegarán más para mejorar la calidad de vida en la Tierra.
Organizado por el Comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España, el Congreso ha reunido a representantes de la industria, centros de investigación, multinacionales, empresas emergentes, y administraciones y organismos públicos españoles, a los que se han sumado responsables del ámbito iberoamericano y Estados Unidos con el foco puesto también en fomentar el uso del español en el ámbito científico.
Los intervinientes han analizado la trascendencia de los programas de observación de la Tierra, de comunicaciones o de los sistemas de navegación, pero también algunos de los retos y los desafíos que afronta el sector, entre ellos el de los desechos espaciales, los próximos vuelos tripulados y la explotación comercial del espacio.
La secretaria general de Innovación del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, Teresa Riesgo, ha valorado la contribución del sector en algunos momentos claves de la historia reciente, entre ellos su contribución durante la crisis causada por la pandemia, y ha destacado el esfuerzo que ha realizado el Gobierno español durante los últimos años para impulsar el sector.
Riesgo se ha referido en ese sentido al Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Aeroespacial que lanzó el Gobierno que lanzó el Gobierno -dotado con unos 4.500 millones de euros- y a la puesta en marcha de la Agencia Española del Espacio (AEE), prevista en la nueva Ley de la Ciencia y la Tecnología que se aprobó en 2022; que se dotó de su primer Estatuto en 2023; y que desde hace un mes cuenta con su primer director -el ingeniero aeronáutico Juan Carlos Cortés-.
A su juicio, España se encuentra en un momento “crucial” con el arranque de este nuevo organismo y debido a la responsabilidad y el largo recorrido que tiene por delante como uno de los principales instrumentos de la política espacial española y para asegurar su participación en la ejecución de los principales programas espaciales.
Teresa Riesgo ha celebrado que España y Estados hayan reforzado su cooperación tecnológica y científica y relanzado el uso por parte de la NASA de la estación de seguimiento de Robledo de Chavela (Madrid) -que ha cumplido ya sesenta años-, la activación de nuevos instrumentos para impulsar el sector y potenciar la colaboración, entre ellos el Programa Tecnológico Espacial que ha puesto en marcha el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial, y la cada vez mayor participación de España en la Agencia Espacial Europa, con los retornos que eso supone para la economía española.
En ese sector ha estado durante más de cuarenta años el ingeniero aeronáutico Víctor Rodrigo, hoy vicepresidente del Comité del Espacio del Instituto de Ingeniería de España, quien ha analizado cómo ha evolucionado el sector durante las últimas décadas, las principales fortalezas y debilidades de la industria española, o los retos en este ámbito, entre ellos el de la basura espacial y la acumulación de desechos que podrían con el tiempo provocar colisiones o dejar inutilizadas algunas órbitas en las que se concentran numerosos satélites en la actualidad.
En declaraciones a EFE, Rodrigo ha valorado los esfuerzos que están haciendo ya algunos gobiernos, agencias espaciales y empresas para reducir esos desechos espaciales, o la proliferación de iniciativas legislativas en algunos países para asegurar que todo lo que “salga” al espacio sea recuperado para evitar la acumulación de basura espacial, y a pesar del crecimiento de los últimos años y de las iniciativas que se han puesto en marcha durante los últimos años ha asegurado que la participación española en el contexto internacional es todavía muy limitada. EFE
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