Madrid, 23 sep (EFE).- Las mujeres que se encuentran en situación de prostitución están sufriendo mayores niveles de violencia, lo que está repercutiendo en un mayor deterioro de su salud física y mental, ha adertido la organización Hermanas Oblatas.
Con motivo del Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, que se conmemora este lunes, esta organización ha hecho público su informe anual sobre prostitución y trata relativo a 2023, en el que destaca que los problemas de salud de las mujeres atendidas han aumentado un 20 % con respecto al año anterior, debido a un aumento de la violencia perpetrada contra ellas.
“El Informe muestra que las principales violencias experimentadas por ellas son el abuso y acoso sexual, la violencia de género, las agresiones y amenazas y la explotación sexual. Además, el documento indica que la mayor parte de las mujeres que sufren violencia son mujeres migrantes sin documentación en situación de vulnerabilidad, con dependencias familiares en sus países de origen”, ha destacado la organización religiosa.
El año pasado, Hermanas Oblatas atendió a casi 8.000 mujeres, un 34 % más que en 2022, el 80 % de ellas se encontraba en situación de prostitución, el 2,27 % eran víctimas de trata identificadas, casi el 10 % eran posibles víctimas de trata y un 8 %, víctimas de otras violencias.
El informe anual recoge que las mujeres atendidas presentaban un mayor deterioro en su estado de salud debido al “aumento de la violencia experimentada en el ejercicio de la prostitución, y en la etapa de captación y tránsito en el caso de las víctimas de trata”.
Entre esos problemas de salud figuran lesiones, trastornos del sueño, trastornos alimentarios, fatiga, enfermedades de transmisión sexual, adicción a sustancias, ansiedad y depresión, estrés postraumático, personalidad disociativa o conductas autodestructivas.
La organización ha señalado que la mayoría de las víctimas son mujeres migrantes en situación irregular y que el 80 % se niega a interponer denuncias por miedo a represalias.
Por su parte, en el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños, Médicos del Mundo ha resaltado la importancia de “desnormalizar la prostitución y desincentivar la demanda apelando a la responsabilidad de la ciudadanía” y la necesidad de romper con la justificación, la tolerancia o el silencio cuando se habla o demanda prostitución.
Médicos del Mundo ha recordado que la realidad en la que viven las mujeres en situación de prostitución está plagada de violencia, explotación y problemas de salud mental.
“La juventud juega un papel determinante, no solo como motor de cambio, sino porque serán los y las responsables de mantener y construir un futuro libre de violencias donde el ‘consumo’ de prostitución no esté normalizado. En el caso de los hombres jóvenes, es necesario prevenir que se conviertan en futuros puteros, concienciarles que otro tipo de sexualidad es posible y que se conviertan en agentes de cambio para que con sus acciones u omisiones no perpetúen la normalización de la prostitución”, ha solicitado la organización.
EFE
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