Una tortuga matamata (Chelus fimbriata) se convirtió en protagonista de la historia luego de que su dueño, un habitante del municipio colombiano de Caicedonia, la entregara voluntariamente después de mantenerla como mascota en su hogar durante más de 10 años.
Esta tortuga es una especie originaria de Orinoquia y para nada debería ser mantenida como mascota, pues es parte de la fauna silvestre que requiere necesidades específicas y cumple un rol importante en sus ecosistemas naturales, según informaron los funcionarios de la Corporación autónoma regional del Valle del Cauca (CVC) a través de un comunicado emitido el 2 de agosto.
Autoridades de la CVC dijeron que era ilógico que alguien tuviera un ejemplar en el Valle de Cauca, región perteneciente a la zona Andina y Pacífica de Colombia. Según lo expuesto por los funcionarios, el anterior dueño de la tortuga explicó que la recibió como un regalo.
Libre tras 10 años de cautiverio
Aseguró que durante el tiempo que fue su mascota, se encargó de alimentarla y ante la negativa de seguir recibiendo comida por parte del hombre, éste decidió entregarla a “profesionales especializados” de la DAR Centro Norte perteneciente a la CVC.
Reintegrar a la tortuga matamata a la naturaleza es una tarea difícil, pues las condiciones ambientales de la zona no son las adecuadas para su vida en libertad, aunado al hecho de que dependió durante mucho tiempo de un ser humano.
Este reptil, según los miembros de la CVC, cuenta con un “papel importante” dentro de su ecosistema nativo, por lo que sacarlas de su hábitat natural pone en riesgo su salud y bienestar y “afecta el equilibro ecológico de su entorno”.
Para los integrantes de la entidad pública, la entrega voluntaria de esta especie de reptil ayuda a recordar “la necesidad de educar a la comunidad” sobre la “convivencia respetuosa con la fauna silvestre”.
También funciona para hacer un “llamado a la acción” para que los ciudadanos se involucren en la protección de la especie al evitar tenerlas como mascotas.
“Al tiempo que se preste colaboración a las autoridades ambientales en su misión de conservar los recursos naturales y la biodiversidad”, se lee al final del comunicado.
¿Cómo luce la tortuga matamata?
Esta especie es uno de los pocos animales que están bien adaptados para vivir en ecosistemas fluviales; son capaces de camuflarse con su entorno y de contener la respiración durante mucho tiempo, de acuerdo con especialistas del World Wildlife Fund (WWF), organización no gubernamental internacional preocupada por la conservación del medio ambiente.
Una de las características principales de esta tortuga es su hocico angosto que puede servir como una especie de snorkel mientras nada a través de los ríos al levantarlo y sacarlo a la superficie.
Son animales que habitan esencialmente en el norte de América del Sur en los ríos Amazonas y Orinoco. Llegan a pesar hasta 17 kilos y a medir 45 centímetros de largo en promedio.
Se alimentan de peces y otros animales pequeños y habitan en el fondo de los ríos y cuerpos de agua dulce con movimiento lento.
Permanece sumergida a la hora de acechar a su presa al mismo tiempo que mantiene su hocico abierto, mientras que su caparazón le ayuda a camuflarse con el entorno. Tan pronto como un animal pasa por donde se encuentra el reptil, éste cierra sus fauces repentinamente.
Poseen un oído potente pero vista débil, por lo que dependen de “nervios sensoriales” ubicados en diferentes partes de su cabeza y cuello para percibir su entorno debajo del agua.