El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, presentó el 28 de mayo en el Congreso de la República, exactamente a las comisiones terceras de Senado y Cámara de Representantes, de manera conjunta, el proyecto de ley que busca ampliar el cupo de endeudamiento de Colombia en USD17.000 millones.
La medida está dentro del plan del Gobierno Petro para la reactivación económica del país, debido a que el Producto Interno Bruto (PIB) creció en 0,7% durante el primer trimestre de 2024, según reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), lo que es muy preocupante.
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Como justificación, el funcionario dijo que se está pagando la deuda del Fondo Monetario Internacional (FMI), que es de USD 5.375 millones (ya se pagó una segunda cuota de USD 619 millones). Explicó que al pagarlo no se abre espacio en el cupo de endeudamiento, que es algo flexible, ya que cuando alguien se endeuda, cierra la disponibilidad, y cuando se paga, se abre la disponibilidad.
“Esto nos está dejando complicada la situación de caja y, por esa razón, estamos pidiendo al Congreso que sinceremos las deudas del cupo de endeudamiento, ya que son USD12.000 millones que no estaban incorporados en el cupo, más lo que la deuda está comprometida, que deja en materia de intereses por servicio de la deuda”, agregó el funcionario.
Ponencia negativa
Expertos y la oposición no ven con buenos ojos esta medida. Por eso, el senador Miguel Uribe Turbay, del Centro Democrático, presentó una ponencia en el Congreso para que la nueva iniciativa del Gobierno no surta trámite.
Por medio de un video en redes sociales, el congresista afirmó que presentó una ponencia negativa a la solicitud de la ampliación del cupo de endeudamiento presentado por Gustavo Petro, porque “es irresponsable que se le traslade el costo a los ciudadanos de la irresponsabilidad fiscal del Gobierno”.
Tras esto, insistió que los colombianos “no podemos pagar los platos rotos de la incompetencia de Gustavo Petro”. De paso, advirtió que si bien hay que cumplir con los compromisos fiscales de la nación, es importante que la manera de hacerlos sea estimulando la economía para generar nuevos ingresos, siendo responsable fiscalmente, gastando menos y gastando mejor y reduciendo el tamaño del Estado.
Según él, todo esto es “muy contrario a lo que este Gobierno hizo aumentando la burocracia, el derroche y la corrupción”.
‘No es plata para el Gobierno’
Sobre este proyecto, el presidente Petro había dejado claro que no es dinero para el Gobierno y que tampoco se estaba endeudando, sino que se estaba utilizando para pagar la deuda vigente con nueva deuda, ojalá más barata. “Es lo que siempre han hecho todos los gobiernos para paliar el endeudamiento y no dejar caer la inversión pública”, expresó por medio de X (antes Twitter).
Anotó que si las comisiones terceras no aprobaran el proyecto, simplemente habría cesación de pagos o tendría que decretar la emergencia económica. “No dudaré en hacerlo”, señaló. Por supuesto, esto generó una tormenta económica por unos instantes, hasta que el propio ministro Ricardo Bonilla tuvo que salir a los medios de comunicación a contradecirlo.
Exceso del gasto total
Al respecto, el exministro de Hacienda José Manuel Restrepo también compartió un punto de vista diferente al del presidente. Precisó que el endeudamiento sí está aumentando para financiar un exceso de gasto total sobre ingresos tanto en 2023 y 2024.
Remarcó que en ambos años esa diferencia suma por lo menos $150 billones, entre otras, porque el gasto primario (sin intereses) subió más de $80 billones. “Por eso es que la deuda y el déficit usted los está aumentando en 2024 luego de tres años de disminución”, alertó.
“Habiendo dicho eso, me parece clave que se dé el trámite al cupo de endeudamiento en el Congreso, que es un procedimiento que sucede cada tres o cuatro años en el país. Entiendo que el proyecto llegó tarde al debate y en un momento difícil, pero coincido en la importancia del tema”, apuntó.
De igual forma, sugirió, por simple mensaje de confianza a mercados y calificadoras, no hablar de cesación de pagos, y más bien hacer el esfuerzo pedagógico al Congreso de la necesidad del tema, como siempre se hizo en el pasado.