El comandante de la unidad 8200 del Ejército de Israel, Yossi Sariel, ha presentado su dimisión por el fracaso en la seguridad israelí durante el ataque del 7 de octubre de 2023 perpetrado por las milicias palestinas, que se saldó con 1.200 muertos y 240 rehenes.
“La responsabilidad por la participación de la unidad 8200 en la Inteligencia y el fracaso operativo recae enteramente en mí”, ha señalado en una carta enviada a sus superiores y difundida por el diario israelí ‘The Jerusalem Post’.
En la misiva, Sariel reconoce que pese a la información que tenían sobre los posibles planes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) no fueron capaces de entender las necesidades reales en la frontera con la Franja de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel han informado en un breve comunicado de que Sariel, quien ocupó el cargo en febrero de 2021 tras la retirada del general de brigada Asaf Jochan, será reemplazado “en el próximo periodo”.
Una investigación del diario ‘The New York Times’ señaló a la unidad 8200 como una de las principales responsables del fracaso del operativo de seguridad israelí al haber dejado de supervisar las radios del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) por considerarlo “una pérdida de tiempo”.
El mayor general Aharon Haliva, jefe de la Dirección de Inteligencia militar de las Fuerzas de Defensa de Israel, presentó su dimisión a finales de abril por los mismos motivos, siendo el primer alto cargo del Ejército en reconocer su responsabilidad.