El Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela ha hecho pública la condena en referencia al fatídico accidente de Alvia, el 24 de julio del 2013, en el que 79 personas perdieron la vida y otros cientos resultaron gravemente heridos, año después de haber finalizado el juicio. Francisco José Garzón Amo, maquinista del tren, y Andrés Cortabitarte, exdirector de Seguridad en la Circulación del Adif, han sido condenados a dos años y medio de prisión tras ser acusados de cometer 79 delitos por homicidios y 143 delitos de lesiones graves por cometer irregularidades.
Además, a complemento de la sentencia anterior, el juez también les ha impuesto una inhabilitación en el ejercicio de sus funciones profesionales de cuatro años y medio. Por otro lado, el dictamen también insta a pagar una indemnización, que conlleva responsabilidades civiles directas a QBE y Allianz Global, aseguradoras de Renfe y de Adif, de alrededor de 25 millones de euros a las víctimas y a sus familias. No obstante, las informaciones deL diario gallego Praza.gal al respecto de esas compañías es que ya habrían realizado diferentes movimientos para intentar ahorrar ciertas cantidades en los pagos mencionados.
La magistrada, basada en todas las pruebas y documentación aportada por la acusación, asegura que esa llamada cercana a los dos minutos del maquinista es una imprudencia que hizo que se despistase. Sin embargo, también alega otro factor de gran relevancia, pero este ya relacionado con el estado material de las instalaciones ferroviarias. Así, la magistrada afirma con seguridad que “no había nada en la vía que lo protegiese en caso de que, por cualquier causa, el maquinista no cumpliese la obligación que le imponía el cuadro de velocidades máximas de llegar a ese punto a 80 kilómetros por hora”, situación que hace que la jueza sostenga que no se llevó a cabo el ejercicio de sus funciones de forma correcta.
La sentencia establece de forma evidente que hubo una vejación de las funciones del conductor del tren perdió su ubicación en la vía y no vio alguna de las señalizaciones que le habrían podido permitir actuar y revertir la velocidad al estar próximo a la curva de Angrois.
Las víctimas esperaban este momento
Los afectados por ese desgraciado accidente ferroviario ansiaban que este momento llegase. Tras juntarse y manifestar sus recuerdos hacia los fallecidos y el descontento con la falta de justicia, finalmente, hoy ha llegado ese día que tanto esperaban para poder hacer, por fin, justicia a las víctimas de aquel accidente.
Aunque las estimaciones que la fiscalía realizó se encontraban cercanas a los 57 millones de euros, finalmente, la cuantía total a pagar será de 25 millones de euros, por lo que parece que sí les habrían servido a las aseguradoras los movimientos de ahorro pues ven reducidos las estimaciones de pago de la fiscalía. Una resolución que seguro dejará descontentas a las familias, aunque eso es lo de menos para ellos porque nadie les podrá devolver lo que perdieron aquel trágico 23 de julio del 2013.