La ganadería argentina rema con viento en contra y alto grado de incertidumbre sobre la evolución del negocio, atada sobremanera a un mercado interno de bolsillos flacos, tan flacos como los precios que paga China, su principal cliente fronteras afuera.
Fuera de estos circuitos poco alentadores, en el mundo están pasando cosas con la carne vacuna que conviene conocer. Los datos del Global Beef Quarterly Q2 2024, confeccionado por Rabobank, contribuyen a plantear un escenario muy distinto del que vivimos cotidianamente. Sus especialistas prevén que la producción mundial de carne vacuna va a contraerse en la segunda mitad de 2024, lo que respaldará los precios internacionales del emblemático producto. La proyección dice que se producirá más carne vacuna en Australia y Brasil, pero es probable que estos aumentos no alcancen a compensar los menores volúmenes que tendrán Europa, Estados Unidos y China.
El analista senior del mercado de proteínas de origen animal de RaboResearch, Angus Gidley-Baird asegura que en cuanto a los valores globales sigue existiendo un mercado ganadero de dos velocidades, con América del Norte acercándose a niveles récord de precios –en medio de la contracción de la producción–, mientras que otras regiones no viven la misma excitación.
Estas disparidades están comenzando a influir en los flujos comerciales internacionales, con Estados Unidos aumentando sus volúmenes de importación, a diferencia de los mercados asiáticos, que muestran pocos cambios en este sentido.
Uno de los países arrastrados por la demanda recalentada de Estados Unidos es Australia. Los volúmenes exportados por la nación de Oceanía a este destino crecieron un 117 por ciento en abril y un 90 por ciento en los primeros cuatro meses del año. Las ventas australianas a otros clientes no muestran el mismo dinamismo, si bien el repliegue de Estados Unidos como proveedor de carne vacuna a Asia deja huecos que Australia podría aprovechar.
La carne se ha encarecido en Estados Unidos, sin la presión mediática sensacionalista que suele sufrir en la Argentina. Es una consecuencia de la oferta y la demanda y así se acepta por parte del consumidor, a pesar de que los datos publicados recientemente muestran que el valor minorista de toda la carne fresca se ha disparado. No quita que algunos ganaderos opinen que “se están viendo precios en los niveles más altos de todos los tiempos, y nos acercamos a ese punto en el cual el consumidor nos va a decir que ya no puede más con esto”.
La oferta de ganado vacuno en Estados Unidos ha caído debido a una serie de sequías graves, junto con políticas gubernamentales que siguen favoreciendo a los grandes procesadores industriales de alimentos. Esto ha reducido la disponibilidad de hacienda a un nivel no visto desde principios de la década de 1950. Desde la Asociación de Ganaderos de Estados Unidos aseguran que no son los productores los que se benefician de los altos precios, aduciendo que los costos también han crecido de manera considerable.
Después de una revisión al alza, el USDA espera que las importaciones de carne vacuna de Estados Unidos representen el 15% del comercio mundial, es decir, un aumento del 14% respecto de 2023. También se observa una mayor fortaleza del mercado en función de la previsión de un consumo interno más elevado.
La firmeza que muestran los precios en Occidente no deja de estar amenazada por la fuerte presión que genera la mayor oferta de carne que están volcando este año tanto Brasil como Australia, en medio de una inquietante calma del mercado chino. El Rosgan destaca que esta amenaza se reduciría en el segundo semestre, coincidiendo con el análisis de Rabobank.
Desde Uruguay avisan que la mira no está más puesta en China. Un conocido bróker entrevistado por una emisora oriental explicó que hoy el país se enfoca en otros destinos, principalmente Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Japón, donde la ecuación es mucho más atractiva, incluso pagando 26% de arancel en el exNAFTA o 38% en la nación nipona. Queda claro que los valores que propone China no cierran con las mejores opciones que tiene Uruguay en el mundo.
No solamente Estados Unidos elevó de forma relevante sus compras de carne uruguaya (111% en el semestre), sino que varios más comenzaron a ser alternativas más atractivas al caer los precios que paga el gigante asiático.
Brasil está en una movida parecida y recientemente se declaró libre de fiebre aftosa sin vacunación. El reconocimiento oficial por parte de las autoridades mundiales de sanidad animal podría mejorar significativamente las perspectivas comerciales del vecino país fuera de China.
A pesar de que Beijing le habilita cada vez más frigoríficos exportadores a este país y a despecho de la colaboración que implican los moderados precios del gordo brasileño, la idea predominante sería también ir reduciendo la dependencia del gigante asiático y sus bajos valores.
El mercado global de la carne vacuna se está moviendo. Como ha ocurrido desde tiempos remotos, algunos ganan protagonismo y otros lo pierden. El asunto es pararse del lado ganador, en lo posible.