El portavoz del Departamento de Estado de Esstados Unidos, Matthew Miller, ha afirmado este jueves que la joven yazidí rescatada de la Franja de Gaza, donde se encontraba tras sufrir un secuestro por el grupo yihadista Estado Islámico en Irak cuando tenía 11 años para después ser trasladada al enclave palestino, donde estuvo retenida a manos de un miembro del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), se encuentra “sana y salva” junto a su familia en Irak.
“Ahora puedo decir que está sana y salva con su familia en Irak”, ha declarado Miller durante una rueda de prensa en la que ha explicado que Washington ha colaborado en el rescate a petición del Gobierno iraquí.
“Hace poco ayudamos a evacuar de Gaza a una joven yazidí para que pudiera reunirse con su familia en Irak. Las circunstancias de este caso son realmente difíciles de describir. Se trata de una mujer que hace diez años, cuando tenía 11 años, fue secuestrada por Estado Islámico en Irak, vendida y obligada a casarse con un combatiente de Hamás en Gaza, y se trasladó a Gaza contra su voluntad”, ha manifestado Miller durante una rueda de prensa.
El Ejército israelí ha logrado rescatarla tras la muerte de su captor en Gaza, que le permitió escapar, tras lo que el Gobierno de Irak se puso en contacto con Estados Unidos para informarles del suceso y de que la joven “quería volver a casa con su familia”, por lo que Bagdad pidió que hicieran “todo lo posible” para sacarla del enclave palestino y llevarla de vuelta a su casa.
La “compleja” operación para rescatar a la joven de 21 años, identificada como Fawzia Amin Sido, ha sido realizada a través del cruce de Kerem Shalom y coordinada por las Fuerzas de Defensa y la Embajada de Estados Unidos en Israel, así como por otros actores internacionales.
Estado Islámico irrumpió en zonas de mayoría yazidí en el marco de su ofensiva relámpago en el noroeste de Irak en verano de 2014, matando a miles de personas y esclavizando a miles de mujeres y niñas de esta comunidad religiosa.
La ofensiva contra los yazidíes –que practican una forma ancestral de religión que combina elementos del zoroastrismo y las antiguas religiones mesopotámicas, considerada “hereje” por la organización integrista suní– significó el comienzo de un genocidio del que todavía se desconocen las cifras exactas.