El Departamento de Estado de Estados Unidos ha condenado este jueves “en los términos más enérgicos” los últimos lanzamientos de misiles balísticos por parte de Corea del Norte hacia el mar Amarillo, situado en su costa oeste, y hacia el mar de Japón.
“Estos lanzamientos forman parte del comportamiento imprudente de Corea del Norte, que representa una grave amenaza para la península de Corea y la región, así como la paz y seguridad internacionales y socava el régimen global de no proliferación”, ha dicho el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller.
Asimismo, ha indicado que el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Corea del Sur y Japón es “férreo” frente a estos lanzamientos por parte de Pyongyang, que son “una violación directa de múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU”.
En este sentido, ha recordado en un comunicado a Corea del Norte que estas acciones “solo intensificarán su aislamiento” y han condenado “la decisión del régimen de desviar recursos escasos del pueblo norcoreano hacia sus programas armamentísticos”.
“Continuaremos trabajando estrechamente con la comunidad internacional para interrumpir la generación de ingresos ilícitos de Corea del Norte, que sostiene sus programas de armas, prohibidos por el Consejo de Seguridad, mediante la explotación de trabajadores extranjeros y actividades cibernéticas maliciosas”, ha agregado.
Washington también ha señalado que los lanzamientos por parte de Pyongyang “sirven como recordatorio de la necesidad de que todos los países implementen plenamente las resoluciones relacionadas con Corea del Norte que prohíben a adquirir tecnologías y materiales para sus programas de armas de destrucción masiva y misiles balísticos”.
La reacción de Estados Unidos se produce después de que el Ejército de Corea del Norte haya lanzado este jueves un misil balístico hacia el mar de Japón tan solo un día después de que Pyongyang enviase sobre territorio surcoreano “una gran cantidad” de globos rellenos de “basura”.
Este lanzamiento ha tenido lugar tres días después de que las autoridades norcoreanas lanzasen un proyectil no identificado hacia el mar Amarillo y fallaran en poner en órbita otro satélite espía. Las acciones del lunes coincidieron además con una cumbre tripartita del presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y su homólogo chino, Li Qiang.