La reciente captura de Ismael “El Mayo” Zambada, narcotraficante cofundador del Cártel de Sinaloa, ha desatado una serie de homicidios en el estado de Sinaloa, lo que ha llevado al gobierno mexicano a reforzar la seguridad en la región con la movilización de 600 militares. Este despliegue busca controlar la creciente violencia vinculada a la detención del capo y otros líderes del narcotráfico.
El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, informó el pasado lunes que 10 personas fueron asesinadas en hechos relacionados con la captura del narcotraficante, ocurrida el 25 de julio.
Cuatro homicidios se registraron el viernes pasado y seis más el sábado, destacando la violencia que sigue a la captura de Zambada y Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Los crímenes, según Rocha Moya, están directamente relacionados con las tensiones generadas por la detención de estos líderes criminales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su preocupación por la situación en Sinaloa, afirmando que el gobierno federal está comprometido en evitar que la violencia en el estado se agrave. En respuesta a los recientes brotes de violencia, el gobierno ha enviado un contingente de cientos de soldados a Culiacán para reforzar la seguridad, con patrullajes en las principales calles de la ciudad y vehículos equipados con armamentos pesados.
Tendencia de homicidios
En el contexto de Sinaloa, donde la violencia y los homicidios están profundamente influenciados por las dinámicas del crimen organizado, la captura de Ismael “El Mayo” Zambada el 25 de julio de 2024 marcó un momento crucial.
Antes de su arresto, la cantidad diaria de homicidios en julio fluctuaba considerablemente, con cifras variando entre 0 y 7 homicidios por día, con un promedio general que se situaba en torno a 1 o 2 incidentes diarios.
Este aumento en la violencia continuó inmediatamente después del arresto, con cifras de homicidios elevadas durante los días siguientes. El 25 y 26 de julio se reportaron 4 y 6 homicidios respectivamente, evidenciando un período de alta tensión y reacciones violentas.
NOTA: En el siguiente gráfico interactivo, colócate sobre la fecha para ver el número de homicidios registrados, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
La segunda quincena de julio y la primera semana de agosto mostraron una tendencia más estable, aunque con algunos días sobresalientes en términos de violencia. En esta etapa, el número de homicidios osciló entre 0 y 2 casos en la mayoría de los días.
A medida que agosto avanzaba, la violencia mostró una tendencia más variable, con picos esporádicos en los homicidios. Aunque hubo días de relativa calma con pocas o ninguna víctima, la tendencia al alza volvió a hacerse evidentes a partir del 8 de agosto, cuando se registraron 4 homicidios.
Luego, después de tres días sin homicidios del 11 al 13 de agosto, el 14 de agosto se registraron 4 homicidios. Este aumento en la violencia se mantuvo el 15 de agosto, con 1 homicidio reportado. Sin embargo, la violencia resurgió el 16 de agosto con 4 homicidios y se intensificó aún más el 17 de agosto, cuando se registraron 6 homicidios.
El 18 de agosto, la cifra de homicidios bajó a 2, y el 19 de agosto se observó una notable disminución con 0 homicidios.
La detención de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, que tuvo lugar en Nuevo México, ha generado una serie de reacciones violentas en Sinaloa, aunque no con respuestas inmediatas debido a las múltiples versiones sobre posibles entregas pactadas o bien traición y secuestro.
Zambada García, conocido por ser el cofundador del Cártel de Sinaloa junto al Chapo, ha alegado en una carta reciente que fue secuestrado y entregado por Guzmán López, quien forma parte del grupo Los Chapitos, lo que ha complicado aún más la situación. Dicha versión, también salpicó al gobernador Rocha Moya, quien ha rechazado que se iba a reunir con el capo ese jueves.
Cabe apuntar que entre los asesinados del pasado fin de semana se encuentra Martín García Corrales, presunto colaborador cercano de Zambada, por quien Estados Unidos había ofrecido una recompensa de cuatro millones de dólares. García Corrales, acusado de conspiración para importar fentanilo y posesión de armas, es una figura clave en la investigación de la DEA.
La situación en Sinaloa también ha visto la renuncia de Sara Quiñónez, fiscal del estado, tras la desacreditación de su investigación sobre la muerte del diputado electo Héctor Cuén. Zambada había vinculado la muerte del también exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) con su propia captura, alegando que fue asesinado durante el encuentro que precedió a su traslado a Estados Unidos.
Expertos en seguridad, como Mike Vigil, exagente de la DEA, han cuestionado las intenciones pacifistas de Zambada, sugiriendo que su llamada en la carta a evitar confrontaciones podría ser una maniobra para fortalecer al Cártel de Sinaloa frente a su rival, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el grupo criminal que se vería más favorecido con la división al interior de este cártel entre la facción de Los Chapitos y la de El Mayo, ahora en manos de su hijo Ismael Zambada Sicairos, alias El Mayito Flaco.