Fernando Alonso no está pasando por su mejor racha, ni deportiva ni personal. Tanto su Fórmula 1 como el Aston Martin Valkyrie que conduce no están respondiendo al Asturiano. El martes 3 de septiembre, pocas horas después de estrenarlo, ha sufrido una avería en las calles de Mónaco. El superdeportivo, diseñado por Adrian Newey, se detuvo de forma inesperada y obligó al piloto a llamar a la grúa.
El coche está valorado en más de 2,5 millones de euros, además solo se han fabricado 150 unidades para la carretera. Fue diseñado entre Aston Martin y Red Bull, cuando todavía eran socias en Fórmula 1. “Es un coche increíble, pero como todo en la vida, nada es perfecto”, comentó uno de los aficionados que presenciaron el incidente en el Principado.
Todo ocurre en plena ola de especulaciones sobre la posible incorporación de Newey al equipo británico. El español lleva tiempo queriendo trabajar con el todavía ingeniero de Red Bull. Es considerado uno de los mejores técnicos de la era moderna del automovilismo y, además, cuenta con 12 campeonatos mundiales.