“Dios en el cielo, y en la tierra”, es una de las frases más repetidas desde finales del año pasado hasta hoy por los hinchas argentinos. Una expresión que hace referencia a dos de los futbolistas más grandes de toda la historia y que representan a dos generaciones diferentes: Diego Maradona y Lionel Messi.
Sin embargo, hubo un día que ambos tuvieron la oportunidad de compartir un campo de juego, de armar paredes y situaciones de gol con un hilo conductor como lo fue Juan Román Riquelme y un acompañante de lujo por la banda derecha, que hoy se convirtió en el mejor director técnico del mundo: Lionel Scaloni.
La Pulga, más pulga que nunca con 18 años, se presentaba en el Estadio Único de La Plata después de completar su primera temporada en el Barcelona y por ese entonces siendo considerado una de las grandes promesas de la Selección Argentina.
Pelusa, ya retirado desde 1997 y metido de lleno en su faceta como conductor de TV en La noche del Diez, fue elegido por la gente para participar de aquel partido entre el Equipo de Estrellas del Exterior vs el Equipo de Estrellas locales que se disputó el 23 de diciembre del 2005 para cerrar a pleno fútbol un año en el que las miradas estaban puestas en junio del 2006, cuando la Selección iba a luchar por ser campeona del mundo en tierras alemanas.
Con la presencia del ex capitán albiceleste en duda y sin confirmar hasta último momento, Riquelme, que desplegaba su magia en el Villarreal, salió de titular con la diez en la espalda defendiendo los mismos colores que el rosarino en aquella “Fiesta de las Estrellas” que Telefe se encargó de transmitir para todo el país.
La pelota comenzó a rodar y la conexión entre Román y Leo dentro del campo provocaban ilusión en los hinchas de cara a la cita mundialista. Sin embargo, entre toque y toque empezaban a aparecer los murmullos sobre la posible llegada de Maradona al estadio.
A medida que pasaban los segundos crecían las expectativas sobre su aparición hasta que finalmente, a los 17 minutos, las cámaras corrieron su foco del campo y apuntaron directamente al túnel de los vestuarios. Julian Weich, que ofició como conductor del evento, anunciaba el momento más esperado. “¡Juez, pare el partido. Discúlpeme Baldassi, pero vamos a recibir al señor Diego Armando Maradona!”, exclamó ante una ovación multitudinaria.
Con los brazos en alto, y con La Mano de Dios sonando de fondo, el entonces último capitán campeón del mundo hacía su aparición en el campo de juego robándose todas las miradas, los flashes y la atención. Tres saltitos con su pierna izquierda, persignación, un saludo personal a cada jugador, una foto grupal en la que se paró junto a La Pulga (como si fuera cosa del destino)… y Diego ya estaba listo para compartir el ataque con Messi y Riquelme.
Dicen que los buenos jugadores se entienden desde el primer momento sin haber jugado antes y eso fue lo que ocurrió con los dos referentes de la Selección Argentina. Sin embargo, así como existen los héroes también están los villanos, y éste rol lo cumplió Gastón Sessa, quien privó el festejo desenfrenado de los hinchas al evitar dos goles que venían de una gran conexión entre ambos.
El reloj marcaba 32 minutos cuando el Equipo de las Estrellas del exterior, que ya perdía 1-0 tras un tanto de Gallardo, inició un contraataque que prometía en los pies de Lionel Messi. El ex Barcelona la llevó hasta la mitad de la cancha y se la entregó a Maradona, quien le devolvió la pared con una precisión justa para dejar al rosarino mano a mano con el arquero. La Pulga condujo con tranquilidad hasta el área, pero no pudo resolver.
Dos minutos más tarde se iba a producir otro encuentro entre los dos mejores futbolistas del mundo. Diego la recibió en mitad de cancha, se sacó un rival de encima con una gambeta y filtró el pase entre dos jugadores para Messi. Una pared, otra, una asistencia y un disparo que nuevamente volvía a tapar el arquero de Vélez Sarsfield para el fastidio de los fanáticos.
Finalmente, ambos referentes del deporte mundial se retiraron del campo casi en simultáneo durante el segundo tiempo. Lionel, que había llegado al país para pasar las Fiestas con su familia en Rosario, se marchó a los 7 minutos del segundo tiempo luego del tanto de Pisculichi para establecer el 2-2 parcial (Román y González habían convertido para los extranjeros). Entre aplausos, el joven de 18 años abandonaba el campo para darle paso al ingreso de Maximiliano López, su compañero en el equipo azulgrana.
Cuatro minutos más tarde, y tras un nuevo tanto del Equipo de las Estrellas del exterior (3-2, del Chelito Delgado) fue el turno de Diego Maradona. Los aplausos se transformaron en ovación al momento que Pelusa abandonó el terreno de juego mientras agradecía a los fanáticos por tanto amor.
“El agradecido soy yo, de que me dieran cabida estos muchachos que están en plena forma”, dijo tras su participación y ponderó el hecho de “tener la posibilidad de ver en la Argentina a todos los que tienen posibilidad de darnos una alegría con la Selección…”.
Como entonó Gustavo Cerati en Zona de Promesas: “Tarda en llegar, pero al final hay recompensas”. Lionel Messi no pudo en su debut mundialista, tampoco con la dirección del Diego en Sudáfrica. Estuvo muy cerca en Brasil y luego tuvo un traspié en Rusia, pero cumplió. Bajo las órdenes de Scaloni, aquel joven de 18 años se transformó en el hombre que finalmente le dio la alegría más esperada a todos los hinchas argentinos en Qatar. Una felicidad que el propio Maradona le había dado al país hace 36 años atrás en México.
“Me hubiese gustado que Diego me entregara la Copa. Pero si no, por lo menos, que viera todo esto: A Argentina campeón del mundo, con todo lo que él amaba a la Selección y deseaba que pasen estas cosas. Desde arriba tanto él como mucha gente que me quiere, y quiere mi bien, hacía fuerza para todo. De arriba él estaba empujando”, soltó Messi tras la consagración en Qatar.
DATOS DEL PARTIDO QUE JUNTÓ POR PRIMERA VEZ A MESSI Y MARADONA EN UN CAMPO
*Los representantes del Equipo de las Estrellas locales: Gastón Sessa, Hugo Ibarra, Maxi Pellegrino, Federico Domínguez, Daniel Díaz, Fabián Cubero, Diego Simeone, Sebastián Battaglia, Marcelo Gallardo, Leonardo Pisculichi, Gastón Machín, Lucas Lobos, Lucas Castromán, Sergio Agüero y José Luis Calderón. DT: Pedro Troglio
*Los representantes del Equipo de las Estrellas del exterior: Mariano Barbosa, Juan Carlos Olave, Juan Pablo Sorin, Diego Placente, Fabricio Coloccini, Lionel Scaloni, Martín Demichelis, Juan Román Riquelme, Mariano González, Aldo Duscher, Kily González, César Delgado, Luciano Figueroa, Juan Sebastián Verón, Maxi López, Luciano Galetti, Lionel Messi y Maradona. DT Miguel Ángel Russo,
*El partido terminó 5-4 a favor del Equipo de las Estrellas del Exterior
*Los goles para las Estrellas del Exterior fueron de Riquelme, Mariano González, Chelito Delgado, Maxi López y Lucho Figueroa
*Los goles para las Estrellas de Argentina fueron de Gallardo, Pisculichi, Federico Domínguez y la mascota del evento, de penal.
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